El ministro de Energía francés, Eric Besson, ha planteado este viernes por primera vez un posible futuro escenario energético en Francia sin centrales nucleares, si bien ha puntualizado que esta posibilidad es una entre muchas y que no goza del absoluto beneplácito del actual Gobierno.
Esta hipótesis se incluye en un estudio del 'mix energético' de Francia proyectado para el año 2050 y en el que se incluyen varias opciones, entre las que se encuentra el cierre de todas las plantas nucleares francesas, un recorte de la producción de este tipo de energía en un 50 por ciento y una reducción progresiva de las centrales nucleares en el cómputo absoluto de la generación eléctrica en el país.
"Estudiaremos todos los escenarios posibles del 'mix energético'", ha dicho Besson, "(el informe) será elaborado con una total objetividad, con una completa transparencia, sin excluir escenario alguno" e incluyendo aquellos que conlleven "una salida de la energía nuclear". En este último caso, según una fuente del Ministerio de Energía, el estudio podría basarse en el año 2050 e incluso en el 2040.
No obstante, Besson se ha apresurado a apuntar que el Gobierno francés, el presidente Nicolás Sarkozy, y él mismo están a favor de mantener el peso de las nucleares en el suministro eléctrico en los dos tercios del total de la energía, un ocho por ciento menos que el 74 por ciento que representaba en 2010. Sin embargo, ha añadido, "no podemos excluir nada".
Entretanto, una encuesta difundida el mes pasado mostró que un 75 por ciento de los franceses estaba a favor de suprimir la energía nuclear, mientras que un 22 por ciento era partidario de fomentar las nucleares.
Esta opción es la que contempla la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido que lidera Sarkozy. En cambio, el Partido Socialista ha reclamado una moratoria para la construcción de nuevos reactores nucleares y ha prometido, con vistas a las elecciones presidenciales del próximo año, iniciar un debate nacional sobre la transición energética.
El anuncio realizado por Besson ha tenido consecuencias en los mercados, ya que, EDF, la empresa que supervisa más de la mitad de los reactores del país, ha caído cerca de un uno por ciento.
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