La inmensa biodiversidad, de la que la Tierra gozaba hace 540 millones
de años, resulta un gran enigma para los paleontólogos desde hace mucho
tiempo. Se han propuesto variados factores biológicos y geológicos como
posibles causas que propiciaron la explosión de organismos
macroscópicos multicelulares, lo que se conoce como explosión cámbrica.
Los científicos estadounidenses del Museo de Historia Natural de
Washington han planteado una hipótesis que podría cambiar los
conocimientos de la evolución en la Tierra. Al analizar los fósiles que
se remontan al Cámbrico, así como el material genético de los animales
que se originan de los pobladores de la Tierra de dicho periodo
geológico, los investigadores revelaron que el programa genético de
estos organismos había empezado a desarrollarse mucho antes de esa
explosión.
´Crío-cámara´ bajo el hielo
Según esta teoría, la diversidad se generó todavía antes, en el periodo
Criogénico, hace entre 635 y 850 millones de años, y se caracterizaba
por glaciaciones masivas. Se cree que en aquella época la Tierra estaba
cubierta por una capa de hielo (el llamado concepto de la 'Tierra-bola
de nieve'). Pero, a pesar de las condiciones extremas, la vida no se
extinguió, sino que se ocultó en pequeños espacios acuosos bajo el
hielo.
Actualmente también se puede estudiar tales sistemas, por ejemplo, el lago Vostok en la Antártida, lleno de bacterias desconocidas. De hecho, los océanos subsuperficiales en otros cuerpos celestes, como por ejemplo la luna de Júpiter, Europa, también podrían albergar algún tipo de vida, según varios investigadores.
Cuando las condiciones en el planeta se hicieron más aptas para la
vida, los organismos desarrollaron sus programas genéticos, lo que tuvo
como resultado una diversidad de formas, que dio origen a la
biodiversidad moderna. Pero para entender esta evolución, hay que
estudiar mejor los procesos que se desarrollaron bajo la capa de hielo,
según explican los autores del estudio.
Al parecer, en el océano, durante el periodo criogénico, se libraba una
verdadera 'carrera armamentística' con los depredadores y las presas
como protagonistas, que concebían herramientas y métodos efectivos de
caza y protección. El potencial evolutivo se desató tras el fin del
congelamiento.
Un Océano inteligente y vivo
Los organismos que poblaban la Tierra en el periodo Criogénico, a su
vez, provenían del llamado último antepasado común universal, (last universal common ancestor,
LUCA por sus siglas en inglés), el supuesto organismo del que se
originaron todos los seres vivos modernos. Hace 2.900 millones de años
este ancestro poblaba todas las aguas del Océano mundial. Los
científicos tampoco tienen una visión clara acerca de cómo era este
'tatarabuelo' de la vida en la Tierra.
Recientemente el investigador Gustavo Caetano Anolles de la Universidad
de Illinois, EE. UU., planteó una interesante hipótesis sobre su modo
de vida. El científico afirma que miles de millones de años atrás el
océano era un macroorganismo global integral, en el que no había lugar a
la lucha por la supervivencia y todas las formas de vida aunaron sus
esfuerzos para funcionar como un único organismo.
El científico llegó a esta conclusión tras realizar numerosos
experimentos genéticos. En el marco de la evolución, inicialmente el
LUCA dio origen a tres formas primarias de vida, que luego se dividieron
en clases, órdenes y especies. Pero en un principio los organismos
monocelulares se intercambiaban proteínas y otros compuestos necesarios.
Y solo cuando desarrollaron la capacidad de producir las sustancias
necesarias autónomamente, perdieron la necesidad de conectarse con sus
vecinos. Y entonces el LUCA se dividió en las bacterias, las
arqueobacterias y las eucariotas.
Cabe mencionar que el escritor polaco de ciencia ficción Stanislaw Lem
propuso el concepto de un organismo integral en forma de un gigantesco
océano protoplasmático (inteligente) en su obra Solaris, publicada por primera vez hace 50 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario