Más de tres mil tiburones han muerto enredados en una red de pesca ilegal que se extendía más de 4 kilómetros cerca de las costas del estado de Texas, en la región de la isla South Padre, junto a la frontera de EE.UU. con México.
Según representantes del Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas, se trata de una inmensa cantidad de tiburones pertenecientes a distintas especies.
La Guardia Costera estadounidense ha registrado ya en 2011 varios casos de entrada ilegal de pescadores en aguas territoriales de EE. UU.
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