Anduvo
guerreando Rodrigo Díaz (El Cid) por tierras de Gormaz, en Soria, de
donde fue alcalde y desde cuyo castillo, situado sobre una elevación,
con sus murallas de 1.200 metros y sus 28 torres, podía controlar
perfectamente el paso hacia el norte por el Duero. Este y otros motivos
han dado pretexto al denominado camino de "el Cid", que se entrelaza con
otros igualmente interesantes para el senderista y su compañera
inseparable: la cámara.
Este y otros motivos han dado pretexto al denominado camino de
"el Cid", que se entrelaza con otros igualmente interesantes para el
senderista y su compañera inseparable: la cámara.
Este recorrido,
que se inicia en Vivar (Burgos), tiene varias posibilidades ruteras que
atraviesan tierras de Castilla la Vieja, Aragón y la Comunidad
Valenciana, con un ramal por Guadalajara, llamado de Alvar Fáñez.
La
ruta que abre el camino y que incluye su paso por tierras sorianas, es
conocida como "El Destierro" y tiene un total de 285 kilómetros, que se
pueden hacer a pie en unos 15 días y en bicicleta una semana, según la
web del citado camino (www.caminodelcid.org).
El castillo de
Gormaz fue la mayor fortaleza musulmana existente en España y, aunque
hoy se conserva muy poco de la construcción original que empezó en el
siglo IX en tiempos del Califato cordobés, es interesante hacer una
visita.
Habrá que prepararse convenientemente para la subida hasta
ese monumento, declarado de interés nacional en junio de 1931, porque
es es bastante dura.
El románico sorprenderá en Gormaz al viajero y
podrá dar rienda suelta a su dedo para presionar sobre el obturador de
la cámara: San Miguel, San Esteban y la Iglesia de el Rivero, son piezas
que todavía causan asombro.
El cañón
Y, cerca de Gormaz,
está uno de los parques naturales más importantes de Castilla y León: el
cañón del río Lobos, que se subdivide en varios recorridos.
El
cañón del río Lobos fue declarado parque natural en 1985; cuentan con
una longitud de 25 kilómetros y 9.580 hectáreas de superficie a allí, el
observador podrá, si la suerte le acompaña, ver el buitre común,
halcón, águila, azor...
Una de las zonas más conocidas es la del
Colmenar de los Frailes, muy adecuada para el senderismo, perfectamente
señalizada y con suficiente información.
En esta zona está la
ermita de san Bartolomé de Ucero, del siglo XIII, interesante templo,
recóndito, según cuenta Ángel Almazán en su obra "Guía templaria soriana
y el enigma del río Lobos".
El enebro protagoniza la flora,
aunque la comparte con el pino, el quejigo y la encina, que junto a
chopos y sauces, que abundan en las riberas, conforman el paisaje de
este territorio.
Y el interesado por la historia también será
afortunado por la gran cantidad de vestigios que existen, como Uxama,
antigua ciudad celtíbera y Ucero, que además de ser punto de partida al
cañón, tiene un magnífico castillo medieval.
Tierras sorianas, algo olvidadas, pero que merecen atención y estima que devolverán generosas al viajero. EFE
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