La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, asistió hoy a una misa en Petrópolis en memoria de las 33 personas que fallecieron la semana pasada debido a los aguaceros que castigaron esta ciudad de la sierra de Río de Janeiro, informaron fuentes oficiales.
La misa fue oficiada por el obispo Gregorio Paixão en la
catedral de Petrópolis, ciudad histórica que le debe su nombre a su
fundador, el emperador Pedro II.
Después del oficio religioso,
Rousseff se reunió con el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral,
el alcalde de Petrópolis, Rubens Bomtempo, y miembros de su gabinete,
para hablar sobre la tragedia que ocurrió hace una semana.
El
ministro de Integración Nacional, Fernando Bezerra, afirmó tras la
reunión que el Gobierno estudia donar cerca de 100 millones de reales
(unos 50 millones de dólares) a la Alcaldía de Petrópolis para atender a
las víctimas, la reconstrucción de viviendas y de carreteras.
El
valor de la ayuda se decidirá el próximo miércoles en una reunión en
Brasilia, teniendo en cuenta el informe de daños que entregue la
Alcaldía, según informó el blog de la Presidencia brasileña.
Las
intensas precipitaciones que cayeron en la región entre la noche del
domingo y el lunes provocaron deslizamientos de tierras en 21 lugares
esta ciudad de 300.000 habitantes ubicada a 70 kilómetros de Río de
Janeiro, causando 33 muertos, decenas de heridos y cerca de 1.400
damnificados.EFEverde
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