Son
corpulentos, de pelaje corto y pardo y hozan entre el matorral de
montaña, donde el cazador receloso puede no distinguir si son jabalíes u
osos, sino los temidos "jabalosos".
La recientemente premiada Fundación Oso Pardo
alerta preocupada sobre estas imposibles criaturas de su propia
invención para recomendar a quienes se adentren en territorio osero que
se cercioren bien al acercarse a un animal que solo se ve parcialmente.
Según
la Fundación, último premio de Buenas Prácticas para la Conservación de
la Biodiversidad de la Fundación BBVA (BIOCOM), en su categoría
nacional, "a pesar de su diferente morfología y de que ambos son
animales muy populares y perfectamente reconocibles, puede haber
confusiones si el cazador no se muestra atento y precavido cuando caza
en territorio osero".
"No hay error más grave que disparar sobre
algo que no ha podido verse e identificarse con seguridad; así se
producen la mayor parte de los accidentes de caza, en los que pueden
morir tanto personas como osos", recalcan.
Guillermo Palomero,
presidente de la Fundación, que recogió hace unos días el BIOCOM España
2011 a su programa de patrullas de vigilancia y seguimiento de la
población de osos cantábricos, comenta a EFEverde que osos y jabalíes
compiten por el alimento en los mismos territorios y no es difícil que
puedan confundirse durante las cacerías o entre los observadores de
fauna.
La Fundación Oso Pardo promueve
desde 1992 las "mejores fórmulas" para compatibilizar la caza en
batida, arraigada entre los habitantes de la Cordillera Cantábrica, con
la conservación del oso pardo, convencidos de que las limitaciones
necesarias para la protección del oso no son incompatibles con el
deporte de la caza.
Colabora con federaciones y sociedades de
cazadores, alquila y gestiona derechos de caza y contribuye con sus
"Patrullas Oso" a la vigilancia de cotos.
Furtivismo y veneno
Como
parte de su trabajo de sensibilización y divulgación, ha publicado
manuales de buenas prácticas de caza (en los que ayuda a identificar a
los "jabalosos") y un completo documento sobre la gestión del jabalí en
relación con la conservación del oso pardo.
Solo en Asturias, once
sociedades de caza, en las que se agrupan 4.000 cazadores, participan
del proyecto Caza y Oso, que combate el furtivismo y el veneno en los
cotos en los que se conoce la presencia de osos.
La fundación,
además, propone a las sociedades de cazadores, actuaciones de mejora del
hábitat en los cotos y cerca de 1.400 "pastores eléctricos",
dispositivos que protegen los cultivos de los ataques de jabalíes y
disuaden a los ganaderos y agricultores de utilizar los ilegales lazos
de acero, en los que también pueden quedar atrapados ejemplares de oso
pardo.
Para Palomero, la conservación del oso pardo, especie
protegida desde 1973, es una influencia positiva para todo su hábitat.
"Si hay osos, hay naturaleza de calidad", anota Palomero, para quien el
oso pardo "es un aliado del desarrollo local".
Las Patrullas Oso,
cinco en toda la cordillera, están formadas por "hijos de la montaña
cantábrica"", mujeres y hombres oriundos de los territorios oseros,
recalca, con la importancia de la pertenencia.
El último censo de
osas con cría en la Cordillera Cantábrica, dado a conocer este mismo
mes, revela que, en 2011, se detectaron 25 osas y 38 crías; 21 de las
osas con 33 oseznos pertenecían a la subpoblación occidental y 4 con 5
oseznos a la subpoblación oriental.
Esta es la primera vez, desde
que se iniciaron los censos de osas con crías en 1989, que se localizan
cuatro familias en el mismo año en el núcleo oriental.
Del censo
de 2012, que no se cierra hasta el final de la primavera de 2013, cuando
las osas y las crías de más de un año se separan, se presentaron datos
provisionales, con un incremento hasta las 32 osas paridas y 59 oseznos.
La población total de osos pardos, según los datos de la fundación, ronda los 210 ejemplares. EFE
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