Un
total de 316 cetáceos, entre ellos tres cachalotes, y 7 tortugas bobas
han sido avistadas en el mar de la Comunitat Valenciana durante tres
prospecciones aéreas realizadas en febrero por la Conselleria de Medio
Ambiente en colaboración con la Universitat de València.
Los censos han sido realizados en avioneta por un piloto con
experiencia en este tipo de muestreo, que utiliza una metodología muy
precisa para la prospección del talud continental, de forma que se pueda
conocer la distribución y la abundancia de estos ejemplares y comprobar
si ha variado en los últimos años.
La Conselleria de Medio
Ambiente ha informado a EFE de que los vuelos se realizaron durante los
días 15, 16 y 17 de febrero, y en total se han recorrido 720 millas
náuticas sobre el mar de las tres provincias de la Comunitat Valenciana.
En
concreto, en un total de 32 avistamientos, se han contabilizado 267
delfines listados, 31 delfines mulares y 15 ejemplares de calderón gris,
además de las 7 tortugas bobas.
Además, se ha producido el
avistamiento en una zona de aguas profundas de tres ejemplares de
cachalote, una especie de la que se tiene pocos datos de su presencia en
aguas valenciana.
Con estos vuelos se pretende conocer la
distribución y la abundancia de cetáceos en la Comunitat Valenciana, y
comprobar si el número de delfines ha variado en los últimos cinco años,
después de que en 2007 el delfín listado (Stenella coeruleoalba)
sufriera un proceso de mortandad por una infección por Morbillivirus.
Metodología muy precisa
Los
datos de este censo, según las fuentes, indican que las poblaciones de
delfines no parecen haber sido afectadas por el Morbilivirus, aunque los
datos han de ser cotejados durante más tiempo.
Los muestreos
aéreos se han llevado a cabo cubriendo las aguas de la Comunitat
Valenciana, siguiendo trayectos en zigzag y para realizarlos se ha
utilizado una avioneta bimotor de plano superior de alas.
Estos
vuelos han sido realizados por un piloto con experiencia en estos tipos
de muestreo, ya que se realizan bajo una metodología muy precisa, a una
velocidad constante de 90 nudos y una altura de 500 pies (150 metros).
Los
vuelos se deben realizar en buenas condiciones atmosféricas, con un
viento de intensidad menor a 3 en la escala Beafourt, por ello se ha
aprovechado esa semana para realizar este estudio.
Durante el
vuelo, dos observadores miran constantemente al mar durante
aproximadamente 4 horas intensivas y comunican los avistamientos al
anotador.
Además de cetáceos, se registran localizaciones de
tortugas, así como peces luna, peces espada, mantas o aves marinas,
cuyas citas se registran junto a los datos de tamaño de grupo y de
comportamiento, el ángulo del animal con respecto a la avioneta, para el
cálculo de la densidad, y parámetros ambientales.
En general,
ocho especies de cetáceos y una especie de tortuga marina se distribuyen
regularmente por aguas de la Comunitat Valenciana aunque se desconoce
en gran medida su estado de conservación y el impacto de las amenazas
que les afectan en nuestras aguas.
Por ese motivo, la Conselleria
de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, en colaboración con la
Universitat de València lleva cerca de tres décadas investigando los
cetáceos y tortugas marinas en aguas de la Comunitat Valenciana,
incluyendo registro de varamientos y estudios de su biología.
Entre
2000 y 2003 ya se realizaron en la Comunitat unas campañas de censos
aéreos en aguas desde el Delta del Ebro hasta el sur de Murcia.
En
ellas se analizó la distribución de las especies de cetáceos y tortugas
presentes, así como la abundancia poblacional del delfín mular
(Tursiops truncatus), el delfín listado (Stenella coeruleoalba) y la
tortuga boba (Caretta caretta), especies catalogadas como vulnerables y
de importancia a nivel regional. EFE
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