El descubrimiento a 1400 metros de profundidad de una nueva especie de cangrejo de color anaranjado y 7 hasta centímetros de longitud en aguas de Galicia pone de manifiesto la importancia del estudio de los ecosistemas marinos y el uso sostenible que se puede sacar de ellos.
El crustáceo, hallado en una de las campañas marinas del
Instituto Español de Oceanografía (IEO), vive sobre corales y gorgonias,
donde forman unos hábitats muy característicos ha manifestado la
Directora de la Fundación Biodiversidad, Sonia Castañeda, durante un
seminario sobre los resultados científicos del proyecto Life +
INDEMARES.
Este proyecto, que se encuentra en su última fase tras
cuatro años de investigación, culminará con un proceso de participación
pública y con la declaración de gran parte de la Red Natura 2000 Marina
en España.
Durante el seminario Castañeda, ha destacado que uno de
los grandes pilares del proyecto es la unión de varios actores como la
administración pública, institutos de investigación, entidades
conservacionistas y los usuarios del mar, destacando el sector pesquero,
imprescindible en esta fase final.
Asimismo, ha señalado que el
enfoque de participación y colaboración con el que nació el proyecto,
dotado de un presupuesto de 15,4 millones de euros y cofinanciado por la
CE en un 50 %, debe ser clave para su viabilidad social y económica.
INDEMARES,
abarca el estudio de 2,5 millones de hectáreas y tiene tres patas
claves: declaración de zonas de especial protección para la aves,
estudio de cetáceos y tortugas marinas y hábitats de profundidad.
Para
la directora de Biodiversidad, los estudios sobre la áreas marinas
arrojan resultados científicos determinantes sobre los valores
ecológicos y de protección de estas zonas.
Otros de los hallazgos
en estos años ha sido la existencia de una gran riqueza de biodiversidad
en las simas del Cañón de Avilés, en el mar Cantábrico, que
posibilitaría la declaración de Área Marítima Protegida en algunos de
sus enclaves.
Asimismo está en estudio la biodiversidad de los
volcanes de fango en el golfo de Cádiz, que podría superar las 1.000
especies, los cetáceos que viven en aguas de Fuerteventura y Lanzarote y
los marcajes de aves marinas con GPS.
Durante estos cuatro años
de trabajo se han realizado 110 campañas oceanográficas con más de 300
personas implicadas, 200 investigadores, 50 publicaciones científicas y
se han generado 200 empleos entre directos e indirectos, ha detallado la
directora de Biodiversidad.
"A partir de ahora se abre un proceso
de participación y consenso para compatibilizar la conservación marina
con el uso de actividades como la pesquera o el trafico marítimo."
Durante
el seminario el Director General de Sostenibilidad de la Costa y del
Mar, Pablo Saavedra, ha señalado que el proyecto LIFE-INDEMARES es una
"herramienta valiosa" para las políticas de conservación del medio
marino y para todas la que tienen incidencia sobre las actividades
marinas. EFE
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