Entre
las muchas rutas que hay en el curso medio del Guadarrama, la 13, quizá
un poco por esa estimada numeración, es una de las menos conocidas y,
sin embargo, tiene para el caminante y el observador interés ambiental y
también histórico.
La ruta comienza en Colmenarejo y finaliza en Villanueva del
Pardillo, ambos en el noroeste de la Comunidad de Madrid, aunque
evidentemente, se puede hacer al revés.
En esta ruta hay enlaces
que conectan con otros itinerarios del entorno, algunos de los cuales
también empiezan en Colmenarejo.Se trata de una ruta para senderistas y
ciclistas con una cota máxima de 872 metros y una mínima de 646, lo que
da un desnivel de 226 metros, por lo que se puede considerar un
recorrido sencillo para todo tipo de personas.
Se finaliza en
aproximadamente unas 4 horas a pie y la mitad en bicicleta.Si se
comienza en Colmenarejo serán los encinares los primeros compañeros de
recorrido, que, dicho sea de paso, debe hacerse en primavera o en otoño;
no es aconsejable en verano porque en esa época del año el calor
aprieta fuerte.
Se pierde pronto la compañía de las encinas y se
atraviesa unas zonas deforestadas donde los matorrales son los que
predominan y un poco más adelante, aproximadamente a los 5 kilómetros de
recorrido se ven enebrales, aunque no muchos, bien es cierto.
La
parte final, ya muy cerca de la población de Villanueva del Pardillo,
tendremos a la vista la grata presencia del arroyo de los palacios,
modestísimo en curso de agua, pero perfectamente perceptible por su
sonoridad en los tiempos de los deshielos que logra hacer mucho más
placentero el final de esta ruta, con chopos y fresnos que pueden servir
para hacer un alto a su sombra.
Este arroyo comparte recorrido
con las rutas 18 (Villanueva del Pardillo-Villanueva de la Cañada) y 20
del mismo Parque regional del Guadarrama.Con un poco de suerte el
fotógrafo podrá captar imágenes de alguna paloma torcaz, abubilla o
incluso alguna urraca.
Más complicado lo tendrá para hacerlo con
las escurridizas lagartijas o las culebras de escalera, una especie casi
exclusiva de la península Ibérica (salvo la cornisa cantábrica).
También
hay en esta zona ejemplares de culebra bastarda, que tiene la
curiosidad de ser la más grande de la Península Ibérica, con unos 2
metros de longitud y con la que habrá que tener cierto cuidado porque
sus dientes posteriores superiores tienen veneno, aunque no es mortal.
Desde la perspectiva cultural hay que citar la iglesia parroquial de Santiago Apóstol de Colmenarejo, datada en el siglo XVII.
En
Villanueva del Pardillo la "Casona", que es hoy biblioteca municipal y
que tiene como curiosidad que fue el único edificio del pueblo que quedó
en pie al término de la guerra (1936-39)También es interesante el viejo
depósito de agua, curiosa torre totalmente blanca.
Y llegará, la
hora del yantar, que será muy aconsejable tras el recorrido de los casi
12 kilómetros que separan Colmenarejo de Villanueva del Pardillo. No
faltan las opciones culinarias según gustos y también recursos. EFEtxr
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