Me asusta
comprobar, como los que estamos en el segundo y mayoritario nivel,
agachamos la cabeza ante las pisadas de los que marcan el destino
indeseado de las naciones, ante los que airadamente se sienten
superiores
ECOticias.
Los gobernantes del mundo, gentes elegidas por el pueblo en la
mayoría de los países, parecen haberse envuelto en frías tinieblas, sin
corazón, sin mente, sin un sentimiento que les despierte de donde emanan
y a quien tienen que proteger. El ser humano se está dividiendo en dos
clases muy diferenciadas: el pobre, el sumiso, el trabajador, el parado,
el inmigrante (segunda clase) y el rico, el sistema político, la
iglesia, el banquero, las realezas y el poder económico (primera clase).
Dos mundos separados, donde el uno alimenta al otro. Creemos que existe
una democracia, sin embargo “los mercados”, un ente no elegido por el
pueblo, son los que marcan el camino a seguir a los políticos y estos a
su vez recortan el bienestar a los de la segunda clase. Por lo tanto la
democracia no existe, se ha evaporado en palabras y leyes que no se
cumplen, en una constitución aparente pero inepta, desfasada y aún así,
incumplida por los de la primera clase. Hemos vuelto sin duda (no creo
que hayamos salido nunca), a un feudalismo neoliberal marcado por el
derroche y despilfarro de los de la primera en detrimento de la segunda
clase.
Me asusta comprobar, como los que estamos en el segundo y mayoritario
nivel, agachamos la cabeza ante las pisadas de los que marcan el
destino indeseado de las naciones, ante los que airadamente se sienten
superiores y muestran su poder intimidatorio para que el pueblo no se
revuelva contra sus amos.
Nos guste o no, somos esclavos de un sistema que tiene difícil salida
y que para cambiarlo, se necesita una gran revolución de ideas y
pensamientos, un cambio de paradigma social completo y una unión de toda
la sociedad ante un cambio en el rumbo que nos dirige una y otra vez
contra los arrecifes del poder económico.
La pirámide humana se ha devaluado lastimosamente y en su cúspide,
gobierna un sistema financiero marcado por el dinero y que dirige el
mundo de la primera clase, estando en la base de la misma “la
ignorancia, el pasotismo y el consentimiento” compartido por los de la
segunda. Más abajo, quedan los restos de una civilización que pretendió
ser humana y digna, convirtiéndose en víctimas de la inconsciencia.
La primera guerra mundial y la segunda, estallaron tras sendas crisis
económicas, que buscaron en la muerte y en el horror, la solución a los
mercados y al poder financiero. Unas guerras irresponsables y malditas
que fueron empujadas por la clase política de la época. Hoy, la tercera
guerra mundial es económica, liderada como siempre por Alemania, volcán
de conflictos mundiales. Las víctimas los ciudadanos de los países de
Grecia, Portugal, España, Italia y otros europeos. Los tanques y las
fuerzas represoras las decisiones de los mercados y el poder financiero
que tienen secuestrados a los gobernantes y los manejan cuan títeres en
el teatro de la irresponsabilidad mundial. Alemania, como antaño, gran
ganadora y la que dirige junto a unos aliados invisibles, la contienda
contra el bienestar social europeo. Y eso sin entrar en las millones de
personas que mueren de hambre y desnutrición en un mundo globalizado,
capitalista y feudal.
Si, dicen llamarnos Homo sapiens, aunque de sabios no somos
nada y menos dejando el mundo como lo estamos dejando y destruyendo no
sólo a la misma especie, sino también nuestra casa, la Tierra que nos da
cobijo. ¿Qué persona sensata se pondría a destruir su propia morada
sabiendo que de sus acciones acabaría en la intemperie y sin nada?.
Pero ahora, irresponsablemente, como si fuéramos niños ignorantes y
ciegos de la vida, nos dice la FAO,el organismo de Naciones Unidas que
tiene que velar se supone por el bienestar de la humanidad, que es
responsable de la destrucción de las selvas tropicales, que falsea datos
sobre la masa forestal planetaria, que de igual forma es responsable de
la situación de hambruna en el mundo por no tomar medidas universales
de forma estricta para evitar la muerte de millones de personas.., insta
en un comunicado patética y desinformador, que comer insectos combate
el hambre en el mundo. Que vayan a un campo de refugiados desértico y
sin agua a buscar los insectos De igual forma y en el mismo paquete de
soluciones “importantes para la humanidad”, informa que el consumo de
insectos combate el cambio climático y la obesidad. Es decir, quieren
cambiar la dieta omnívora, por la de insectívora. Encima los “expertos”
anuncian que ademas con ello, se puede evitar la explotación forestal.
¿Hasta donde hemos llegado? ¿Es serio lo que nos proponen? ¿El mundo
de primera clase comerá también insectos? ¿ o sólo será para los de
segunda clase?. Es una barbaridad, una falta de vergüenza y un insulto a
la humanidad. Paliar el hambre en el mundo es responsabilidad de las
multinacionales y gobiernos que no desean poner una solución efectiva.
Eso, sin entrar en que numerosos insectos están en vías de extinción,
los gusanos y hormigas son necesarias para airear la tierra, que sirven
de comida para otras especies como aves y reptiles y un largo etcétera
que no han tenido en cuenta los responsables de tan inteligente
organismo.
En lugar de buscar soluciones en su origen, limitar el abuso de la
deforestación y contaminación, evitar los agrocombustibles que destruyen
las selvas tropicales y las patentes y alteraciones genéticas en las
semillas que lo único que hacen es destruir la soberanía
alimentaría….nos dicen que todo ello se resuelve comiendo gusanos,
escarabajos, hormigas, abejas, saltamontes, grillos……¿Qué será de esos
atardeceres románticos en el que escuchamos cantar al grillo junto a un
estanque? Tendríamos que proceder a la matanza de todas las aves porque
la mayoría competerían con nuestra nueva alimentación. Es sin duda, un
llamamiento a la irresponsabilidad planetaria.
Se recomienda por la FAO nuevas recetas en menús y restaurantes con
insectos y lavar nuestro cerebro para que no nos de asco tomarlos. De
omnívoros nos convertiremos en insectívoros. Eso si, ellos, los de
primera clase seguirán con su dieta omnívora y destruyendo el mundo sin
importarles las consecuencias. En lugar de atajar el problema desde el
origen buscando soluciones reales, nos echan en cara que por culpa de no
comer insectos, la Tierra se precipita hacia el abismo de lo irreal.
¿Estoy soñando? ¿Estos Organismos son los que vigilan el Orden Mundial?.
Por otro lado, dicen que ya en África se están consumiendo 1.900
especies de insectos…y digo …¿entonces porque siguen muriendo millones
de personas al año de hambre y enfermedades por desnutrición?. No lo
entiendo y desde luego, así nos va en un mundo cada vez más alejado de
la realidad por parte de los de siempre, de esa primera clase que
ostenta el poder y está en la cúspide de nuestra pirámide, aniquilando
sin compasión la vida y el bienestar de una sociedad humillada y
dolorida.
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