viernes, 31 de mayo de 2013

La verdad a través de mis ojos

Me asusta comprobar, como los que estamos en el segundo y mayoritario nivel, agachamos la cabeza ante las pisadas de los que marcan el destino indeseado de las naciones, ante los que airadamente se sienten superiores
ECOticias.
Los gobernantes del mundo, gentes elegidas por el pueblo en la mayoría de los países, parecen haberse envuelto en frías tinieblas, sin corazón, sin mente, sin un sentimiento que les despierte de donde emanan y a quien tienen que proteger. El ser humano se está dividiendo en dos clases muy diferenciadas: el pobre, el sumiso, el trabajador, el parado, el inmigrante (segunda clase) y el rico, el sistema político, la iglesia, el banquero, las realezas y el poder económico (primera clase). Dos mundos separados, donde el uno alimenta al otro. Creemos que existe una democracia, sin embargo “los mercados”, un ente no elegido por el pueblo, son los que marcan el camino a seguir a los políticos  y estos a su vez recortan el bienestar a los de la segunda clase. Por lo tanto la democracia no existe, se ha evaporado en palabras y leyes que no se cumplen, en una constitución aparente pero inepta, desfasada y aún así, incumplida por los de la primera clase. Hemos vuelto sin duda (no creo que hayamos salido nunca), a un feudalismo neoliberal marcado por el derroche y despilfarro de los de la primera en detrimento de la segunda clase.

Me asusta comprobar, como los que estamos en el segundo y mayoritario nivel, agachamos la cabeza ante las pisadas de los que marcan el destino indeseado de las naciones, ante los que airadamente se sienten superiores y muestran su poder intimidatorio para que el pueblo no se revuelva contra sus amos.

Nos guste o no, somos esclavos de un sistema que tiene difícil salida y que para cambiarlo, se necesita una gran revolución de ideas y pensamientos, un cambio de paradigma social completo y una unión de toda la sociedad ante un cambio en el rumbo que nos dirige una y otra vez contra los arrecifes del poder económico.

La pirámide humana se ha devaluado lastimosamente y en su cúspide, gobierna un sistema financiero marcado por el dinero y que dirige el mundo de la  primera clase, estando en la base de la misma “la ignorancia, el pasotismo y el consentimiento” compartido por los de la segunda. Más abajo, quedan los restos de una civilización que pretendió ser humana y digna, convirtiéndose en víctimas de la inconsciencia.

La primera guerra mundial y la segunda, estallaron tras sendas crisis económicas, que buscaron en la muerte y en el horror, la solución a los mercados y al poder financiero. Unas guerras irresponsables y malditas que fueron empujadas por la clase política de la época. Hoy, la tercera guerra mundial es económica, liderada como siempre por Alemania, volcán de conflictos mundiales. Las víctimas los ciudadanos de los países de Grecia, Portugal, España, Italia y otros europeos. Los tanques y las fuerzas represoras las decisiones de los mercados y el poder financiero que tienen secuestrados a los gobernantes y los manejan cuan títeres en el teatro de la irresponsabilidad mundial. Alemania, como antaño, gran ganadora y la que dirige junto a unos aliados invisibles, la contienda contra el bienestar social europeo. Y eso sin entrar en las millones de personas que mueren de hambre y desnutrición en un mundo globalizado, capitalista y feudal.

Si, dicen llamarnos Homo sapiens, aunque de sabios  no somos nada y menos dejando el mundo como lo estamos dejando y destruyendo no sólo a la misma especie, sino también nuestra casa, la Tierra que nos da cobijo. ¿Qué persona sensata se pondría a destruir su propia morada sabiendo que de sus acciones acabaría en la intemperie y sin nada?.

Pero ahora, irresponsablemente, como si fuéramos niños ignorantes y ciegos de la vida, nos dice la FAO,el organismo de Naciones Unidas que tiene que velar se supone por el bienestar de la humanidad, que es responsable de la destrucción de las selvas tropicales, que falsea datos sobre la masa forestal planetaria, que de igual forma es responsable de la situación de hambruna en el mundo por no tomar medidas universales de forma estricta para evitar la muerte de millones de personas.., insta en un comunicado patética y desinformador, que comer insectos combate el hambre en el mundo. Que vayan a un campo de refugiados desértico y sin agua a buscar los insectos De igual forma y en el mismo paquete de soluciones “importantes para la humanidad”, informa que el consumo de insectos combate el cambio climático y la obesidad. Es decir, quieren cambiar la dieta omnívora, por la de insectívora. Encima los “expertos” anuncian que ademas con ello, se puede evitar la explotación forestal.

¿Hasta donde hemos llegado? ¿Es serio lo que nos proponen? ¿El mundo de primera clase comerá también insectos? ¿ o sólo será para los de segunda clase?. Es una barbaridad, una falta de vergüenza y un insulto a la humanidad. Paliar el hambre en el mundo es responsabilidad de las multinacionales y gobiernos que no desean poner una solución efectiva. Eso, sin entrar en que numerosos insectos están en vías de extinción, los gusanos y hormigas son necesarias para airear la tierra, que sirven de comida para otras especies como aves y reptiles y un largo etcétera que no han tenido en cuenta los responsables de tan inteligente organismo.

En lugar de buscar soluciones  en su origen, limitar el abuso de la deforestación y contaminación, evitar los agrocombustibles que destruyen las selvas tropicales y las patentes y alteraciones genéticas en las semillas que lo único que hacen es destruir la soberanía alimentaría….nos dicen que todo ello se resuelve comiendo gusanos, escarabajos, hormigas, abejas, saltamontes, grillos……¿Qué será de esos atardeceres románticos en el que escuchamos cantar al grillo junto a un estanque? Tendríamos que proceder a la matanza de todas las aves porque la mayoría competerían con nuestra nueva alimentación. Es sin duda, un llamamiento a la irresponsabilidad planetaria.

Se recomienda  por la FAO nuevas recetas en menús y restaurantes con insectos y lavar nuestro cerebro para que no nos de asco tomarlos. De omnívoros nos convertiremos en insectívoros. Eso si, ellos, los de primera clase seguirán con su dieta omnívora y destruyendo el mundo sin importarles las consecuencias. En lugar de atajar el problema desde el origen buscando soluciones reales, nos echan en cara que por culpa de no comer insectos, la Tierra se precipita hacia el abismo de lo irreal. ¿Estoy soñando? ¿Estos Organismos son los que vigilan el Orden Mundial?. Por otro lado, dicen que ya en África se están consumiendo 1.900 especies de insectos…y digo …¿entonces porque siguen muriendo millones de personas al año de hambre y enfermedades por desnutrición?. No lo entiendo y desde luego, así nos va en un mundo cada vez más alejado de la realidad por parte de los de siempre, de esa primera clase que ostenta el poder y está en la cúspide de nuestra pirámide, aniquilando sin compasión la vida y el bienestar de una sociedad humillada y dolorida.

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