El estudio,
publicado en la revista 'PLoS ONE', siguió el crecimiento y la
disminución de la diversidad de familias de mamíferos, que habitaron el
territorio continental de Estados Unidos, durante este período de
tiempo.
ECOticias.
Cuando se trata de la adaptación al cambio climático, la
diversidad es la mejor defensa de los mamíferos. Esta es una de las
conclusiones del primer estudio sobre cómo los mamíferos de América del
Norte se adaptaron al cambio climático, durante el 'tiempo profundo', un
período de 56 millones de años, que comenzó en el Eoceno, y terminó
hace 12.000 años, con el fin del Pleistoceno, cuando los mamuts, el
tigre dientes de sable, los perezosos gigantes, y la mayoría de
megafauna del continente, desaparecieron.
El estudio, publicado en la revista 'PLoS ONE', siguió el
crecimiento y la disminución de la diversidad de familias de mamíferos,
que habitaron el territorio continental de Estados Unidos, durante este
período de tiempo.
"Antes de que podamos predecir cómo responderán los mamíferos al
cambio climático del futuro, tenemos que entender la forma en que
respondieron a los cambios climáticos del pasado", ha explicado una de
las autoras del trabajo, Larisa R. G. DeSantis.
La capacidad de los mamíferos para adaptarse a los cambios del
medio ambiente hace que sea difícil predecir cómo van a responder. Por
ejemplo, los mamíferos han demostrado la capacidad de alterar
drásticamente su tamaño, y cambiar su dieta por completo, cuando su
entorno se ve alterado. Además, la capacidad para regular la temperatura
interna de los mamíferos los hace ser más flexibles que los animales de
sangre fría, como los reptiles.
Los científicos consideran que el registro fósil de los mamíferos
de los EE.UU., durante el período de estudio, es razonablemente
completo: analizaron 35 familias diferentes, tales como los bóvidos
(bisontes, ovejas y antílopes), los cricétidos (ratas, ratones y
hámsters), los équidos (caballos y burros), los úrsidos (osos), los
mamútidos (mamuts), y los lepóridos (conejos y liebres).
El estudio mostró que el rango relativo, y la distribución de las
familias de mamíferos, se mantuvieron notablemente constantes a través
de los grandes cambios climáticos de los últimos 56 millones de años.
Este período se inició con un clima extremadamente caliente, con una
temperatura global, superior en seis grados, a la de hoy en día, y se
enfrió gradualmente a niveles sólo ligeramente más altos que en la
actualidad.
Estos cambios fueron seguidos por un descenso dramático de la
temperatura, y un calentamiento igual de abrupto, rematado con la Edad
de Hielo, en la que se alternaban fríos glaciales, y períodos
interglaciares más cálidos.
"Los datos muestran claramente que la mayoría de los mamíferos
fueron muy resistentes al cambio climático, durante el 'tiempo
profundo'", afirma DeSantis. La investigación ha demostrado que los
mamíferos mantuvieron nichos similares a través del tiempo profundo, y
es consistente con la idea de que los miembros de las familias de
mamíferos pueden heredar áreas de distribución de especies ancestrales.
La idea de que los nichos se conservan a través del tiempo es una
premisa fundamental de los modelos que predicen las respuestas actuales
de los mamíferos al cambio climático.
El estudio también encontró que las familias con mayor diversidad
eran más estables que las familias menos diversas; y buscó evidencias de
que las familias de la megafauna, o de otras especies que se
extinguieron durante la extinción del Pleistoceno Terminal (también
conocida como la extinción de la Era Cuaternaria, o de la Edad de
Hielo), podrían haber estado en declive de antemano, pero no hallaron
dichas evidencias.
Si el cambio climático fue el culpable de la extinción,
encontraríamos diferencias entre la megafauna y los animales más
pequeños; sin embargo, el hecho de que no se encontrara dicha evidencia
no puede descartar esta posibilidad.
El papel que la diversidad juega en la adaptación de los mamíferos
es particularmente importante, ya que los mamíferos han estado en vías
de extinción, en cifras récord, durante los últimos 400 años. En un
informe de 2008, la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza predijo que una de cada cuatro especies de mamíferos
terrestres en el mundo se enfrenta a la extinción. Como resultado de
ello, la diversidad de las familias de mamíferos está en declive, en un
momento en que necesitan esta diversidad para hacer frente a este rápido
cambio climático.
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