Reducir el tiempo de alerta para salvar más vidas es el objetivo de dos nuevas técnicas de medición presentadas hoy en Viena y que permiten establecer más rápidamente los riesgos de generación de un tsunami tras un gran seísmo.
Uno de esos sistemas, desarrollado por los sismólogos Anthony
Lomax y Alberto Michelini, permite saber cinco minutos después de un
terremoto si ese temblor puede generar un tsunami y determinar en diez
minutos la magnitud del mismo.
"Esas precisiones rápidamente
disponibles sobre la potencionalidad y la magnitud del tsunami pueden
ayudar a dar una más rápida y fiable alerta temprana de tsunamis...",
explicó Lomax en una rueda de prensa en el marco de la Unión Europea de Geociencias (EGU), que se celebra hasta el viernes en Viena.
El
trabajo de Lomax y Michelini destaca que los sistemas de cálculo
actualmente empleados para determinar el riesgo de tsumani tras un
terremoto pueden demorarse hasta 20 minutos.
Se centra en los ondas P
Por contra,
esta nueva técnica emplea mediciones más simples y rápidas, al centrarse
en las llamadas ondas P, las primeras y más rápidas generadas por un
seísmo.
Esa medición permite determinar el impacto del temblor en
el lecho marino en función de la duración y la evolución del terremoto, y
no sólo de su magnitud.
Como ejemplo, Lomax y Michelini mencionan
en su presentación que las autoridades japonesas tardaron 20 minutos en
conocer la verdadera magnitud del seísmo que asoló la costa noroeste
del país en marzo de 2011.
"Esta infravaloración inicial de la
magnitud del terremoto y, consecuentemente, del tamaño del tsunami puede
haber llevado a una falsa sensación de seguridad y a incrementar el
número de víctimas", explican los científicos.
Tecnología GPS
Ese
mismo objetivo de reducir el tiempo de alerta tiene la aplicación de la
tecnología GPS (sistema de posicionamiento global) que propone Andrey
Babeyko, investigador del Centro Alemán de Investigación en Geociencias, en Potsdam.
Según
Babeyko, los tradicionales sistemas sísmicos de alerta de tsunami no
funcionan porque tienden a subestimar la magnitud del momento sísmico
(la cantidad de energía liberada por el terremoto) en los primeros
minutos después del seísmo.
Casi en tiempo real
El uso del GPS
permite analizar los movimientos en el fondo marino generados por el
terremoto y ver el crecimiento del seísmo casi en tiempo real.
Los
datos recibidos por las red de satélites se usan para determinar la
deformación del lecho marino, la posibilidad de tsunami y su propagación
hacia la costa.
Babeyko indicó que el uso de este sistema habría
permitido estimar correctamente en un máximo de cuatro minutos la
magnitud del terremoto y el tsunami de marzo de 2011.
Este sistema se usa ya en el Sistema germano-indonesio de alerta temprana de tsunamis (Gitews),
que comenzó a operar en diciembre de 2008, cuatro años después del
maremoto de Sumatra que causó más de 200.000 muertes. EFEverde
No hay comentarios:
Publicar un comentario