Los residuos orgánicos de estos ensayos proceden de Granada (Mercagranada)
ECOticias.
“Hasta ahora, el único tratamiento de estos residuos es el
compostaje”, explica Daniel Blanco, investigador de BYDT. El nuevo
sistema puede ser alternativo o complementario a ese compostaje, pero
además permite producir energía que se puede transferir a la red
eléctrica.
Los residuos orgánicos de estos ensayos proceden de Granada
(Mercagranada), que centraliza la distribución de productos frescos en
la ciudad andaluza y que gestiona una gran cantidad de descartes de
frutas, verduras o pescado a través de la empresa Biomasa del
Guadalquivir, que hasta ahora los destinaba al compostaje.
“El proceso biológico de digestión anaerobia es bien conocido”,
reconoce el investigador. Por esta vía se produce biogás, un combustible
que se quema en motores de combustión. Estas unidades de cogeneración
producen energía térmica y también eléctrica, que puede ser aprovechada
en la propia planta donde se genera o se exporta a la red eléctrica.
“La digestión anaerobia ya se conoce y se aplica, pero nuestra
tecnología es especial en el sentido de que las experiencias anteriores
se basan en grandes cantidades que se procesan con líquido, generalmente
en centros de tratamiento de residuos y en depuradoras de aguas
residuales, mientras que nosotros estamos ensayando el proceso en seco y
en pequeñas cantidades”, apunta.
Novedades
Además, en otros países de Europa hay alguna experiencia similar,
pero dentro del ámbito agroindustrial, para tratar residuos ganaderos.
En definitiva, este proyecto es novedoso porque aborda el tratamiento de
residuos en un ámbito distinto y con una técnica diferente. Los
resultados permitirán crear una nueva planta en Granada en las
instalaciones de Biomasa del Guadalquivir gracias a los actuales ensayos
a escala “semipiloto” que se llevan a cabo en las instalaciones del
IRENA de León.
Este proyecto tiene numerosas implicaciones para el tratamiento de
residuos. En primer lugar, la inversión que requiere implantar el
sistema de digestión anaerobia en seco y a pequeña escala tiene un coste
mucho menor que los sistemas actuales, aunque el aspecto clave para
ello es la nueva tecnología que se propone, puesto que hacer a pequeña
escala lo mismo que se se hace en la actualidad en los centros de
tratamiento de residuos o en las depuradoras de aguas residuales
“tendría unos costes inasumibles”, asegura el experto.
La idea es que tras la experiencia de estos ensayos se puedan crear
sistemas modulares, lo que significa que se fabricarían en un lugar y se
pueden instalar en cualquier sitio diferente, no como los centros de
tratamiento actuales, que requieren realizar importantes obras donde se
vayan a tratar los residuos. “La digestión seca requiere un espacio
pequeño”, explica.
Además, el material que queda al final del proceso se podría volver a
utilizar como compost tratándolo de la misma forma que en la actualidad
o incluso dentro del propio reactor. En definitiva, la iniciativa
logrará un doble aprovechamiento de los residuos procedentes de
productos frescos de mercado, no sólo como compost agrícola, sino
también para la producción de energía.
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