sábado, 21 de abril de 2012

Un viaje por las nubes subidos a un atlas


Lloviera o nevara, bajo la tormenta o dentro de la niebla, dos "cazatormentas" españoles han fotografiado desde su adolescencia todos los tipos de nubes y meteoros de la naturaleza a lo largo del planeta.

El resultado es el "Atlas de Nubes y Meteoros". Un total de 604 páginas con más de 800 fotografías, la mayoría pertenecientes a los autores, José Antonio Quirantes Calvo y José Antonio Gallego Poveda, cada uno de los cuales posee un archivo personal de 30 mil imágenes.

Entre los aficionados a la meteorología ha sido "un auténtico 'boom'", explican en una entrevista con Efe los dos fotógrafos y trabajadores de la Aemet.

Con el sueño de trazar alguna vez un atlas de nubes, Quirantes y Gallego se dedicaron a captar el cielo aquí y allá, estación tras estación, tratando de obtener el máximo de calidad técnica, de expresión artística, de diversidad meteorológica y espectacularidad.

Aunque muchas fotos son de España, también las hay de Cuba, Estados Unidos, Antártida, Etiopía, Chile, Islandia, Noruega, Suecia, Alemania, Francia, Portugal, Polonia y Turquía, sitios a los que se han desplazado ellos o sobre los que han solicitado imágenes.

El Atlas, a su juicio, es una "rara avis", ya que representa una mirada al pasado, a la necesidad de ordenación, denominación y clasificación que se vivió en Europa a finales del siglo XVIII y todo el XIX.

Y es que las nubes se resistieron tenazmente a su catalogación, hasta que Luke Howard en 1803 puso la semilla que llevaría al resultado actual.

Hasta hace relativamente poco (1975 y 1987) no se llegó a la clasificación que aún perdura, recogida en el Atlas Internacional de las Nubes de la Organización Meteorológica Mundial.

Hace pues 37 años que el Atlas no se reedita aunque tiene total vigencia, pero "quizá las fotografías han quedado algo obsoletas en lo referente a cantidad, diversidad y calidad", coinciden.

A fin de que el Atlas contara con la suficiente diversidad, han incluido 65 fotos de aficionados o de profesionales que completan tipos de nubes o meteoros que ellos no han captado con sus lentes.

Contiene además 28 impactantes instantáneas del prestigioso "cazatormentas" estadounidense Mike Hollingshead, donde se muestran las nubes asociadas a las tormentas más devastadoras del planeta.

Las nubes son un elemento esencial para la comprensión de los complejos movimientos atmosféricos. Tanto observadas desde el suelo como vistas desde satélite aportan informaciones importantes sobre la dinámica atmosférica.

Es por tanto de gran importancia que cualquier persona dedicada a este campo conozca los distintos tipos de nubes así como los procesos que conducen a su formación, evolución y disipación.

La obra está destinada a público de todo tipo, desde el neófito, al aficionado o al profesional en la materia.

Los fines del Atlas son: recuperar el placer de la observación del cielo; que la calidad y belleza de las fotos sea lo bastante atractivo para atraer a más personas a la meteorología; que sirva como texto de referencia a los profesionales, y que los datos fotográficos de cada toma sirvan al lector como guía de fotografía meteorológica y le orienten al elegir los parámetros de disparo.

Dada la adicción que produce esta afición, los dos autores tienen la intención de trabajar en una nueva publicación sobre las tormentas severas y los meteoros asociados.

Los autores del libro (Editorial de Urueña, Castilla Tradicional, Cantabria Tradicional) aún se maravillan con la idea de que, salvo excepciones muy limitadas debido a la actividad humana, los cielos que contemplamos con sus formas y sus colores son los mismos que vieron el homo erectus, los neandertales, o los hombres que pintaron Altamira.

"Un espectáculo gratuito y bello".

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