La
creciente urbanización puede afectar el medio ambiente y en ocasiones
es fuente de deterioro de los ecosistemas. Por ello, la construcción de
infraestructura y de edificaciones, incluidas las viviendas, debe
realizarse de forma tal que los eventuales daños a la naturaleza sean
reparados o compensados.
La urbanización pirata y la edificación de vivienda informal,
acrecientan exponencialmente los daños medioambientales. Dichas
construcciones se ejecutan en suelos inadecuados, en reservas
ambientales, en laderas inestables, sin infraestructura sostenible y sin
la generación de zonas verdes y parques. Este mal sigue presente en las
principales ciudades del país, entre otros asuntos porque la oferta
formal de vivienda es bastante menor a la demanda.
Ahora bien, ya en las edificaciones formales, el mundo moderno viene
desarrollando conciencia medioambiental, y técnicas de construcción
sostenible. La inversión inicial durante la construcción es más alta.
Existe entonces, respeto al medio ambiente en la ejecución y en la vida
útil del edificio; y, para los usuarios, representa ahorros en gasto de
energía y agua y menores costos de operación y administración de las
copropiedades.
En relación con materiales y recursos, para adentrarnos en
construcción sostenible, es conveniente utilizar materiales con bajo
nivel de compuestos orgánicos volátiles y preferir insumos locales o
reciclados. Es necesario utilizar como proveedores de la obra o
contratistas, industrias que sean amigables con el medio ambiente, que
cumplan con responsabilidad social ambiental.
Complementariamente, la obra debe ser un sitio sustentable, lo que
significa cero o mínima generación de basuras durante la edificación. De
igual manera, es necesario generar espacios verdes visibles y
utilizables, además de un sistema eficiente de agua potable, con
recolección de aguas lluvias para su posterior reutilización.
Un tema fundamental es el relacionado con energía y atmósfera. Es
obligatorio obtener ahorros de energía para los usuarios, con uso de
iluminación natural en todos los espacios y aires acondicionados, sin
refrigerantes, para que no afecten la capa de ozono; en fin, compensar
sobrecostos en la obra a cambio de ahorros en los servicios públicos y
mejor calidad de vida para los residentes.
La construcción sostenible o amigable con el medio ambiente, puede
aplicar a certificación Leed, que es el reconocimiento a una obra que
cumple un número de características que se traducen en puntos que suman
los aportes al medio ambiente. Es el sistema de certificación en
construcción sostenible más reconocido a nivel mundial liderado por el
Green Building Council de Estados Unidos.
La inversión en construcción amigable con el medio ambiente, se
traduce en innovación en el diseño energético y ambiental, con ejecución
de inversión voluntaria en control y mejoramiento del medio ambiente,
con reducciones futuras en costos de servicios públicos. En los países
desarrollados, los inmuebles con certificación Leed tienen mayor
valorización y mejor canon de arrendamiento, fundamentalmente por
ahorros para los usuarios de la edificación.
Así, la construcción como instrumento de crecimiento económico y
desarrollo social, puede ejecutarse sin afectar el medio ambiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario