La presa del río Tangipahoa
Al
azote de las constantes lluvias se ha sumado la amenaza de que la presa
del lago Tangipahoa, en el sur de Misisipi, se quiebre a causa de los
daños sufridos por esas lluvias.
Ello ha obligado a ordenar la
evacuación inmediata, como medida de precaución, de unas 50.000 personas
en los alrededores del río Tangipahoa, que recorre hacia el sur parte
de Misisipi y del este de Luisiana.
El gobernador de Luisiana,
Bobby Jindal, explicó en una conferencia de prensa que las autoridades
de Misisipi están estudiando cómo liberar el agua acumulada en la presa
de una forma controlada.
Si se hace así "no esperamos que afecte a
Luisiana", pero si se rompe por sí misma "el agua tardaría 90 minutos
en llegar a Kentwood (Luisiana)", alertó Jindal.
Según el
Servicio Nacional de Meteorología, si la presa se rompe el nivel del río
a la altura de Kentwood puede alcanzar entre cuatro y seis metros.
También se han ordenado evacuaciones en varios
barrios en las inmediaciones del lago Ponchartrain (Luisiana), según
detalló Jindal, quien señaló que por el momento hay unas 7.000 personas
en refugios en todo el estado, aunque se espera que esa cifra aumente a
medida que pasen las horas.
Unas 900.000 viviendas de ese estado
están sin luz, lo que supone cerca del 47 por ciento del total, según la
Oficina del Gobernador de Seguridad Interna y Preparación de
Emergencias.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, firmó el
miércoles una declaración de "desastre" para Luisiana y Misisipi, lo que
les permitirá gestionar ayudas federales "para complementar los
esfuerzos de recuperación estatales y locales en el área impactada por
'Isaac' desde el 26 de agosto de 2012".
En Nueva Orleans
(Luisiana), donde se han acumulado hasta 25 centímetros de agua de
lluvia, se han iniciado las tareas de limpieza y arreglo de desperfectos
en sus calles, donde al menos 149.000 viviendas permanecen sin
electricidad, anunció hoy su alcalde.
En una conferencia de
prensa, Landrieu les instó a que recurran "al sentido común", ya que hay
muchos árboles y postes eléctricos caídos, así como señales de tráfico y
semáforos. "Manténgase fuera de las carreteras en la medida de lo
posible", añadió.
"Afortunadamente parece que ha pasado lo peor,
pero algunos de nuestros vecinos están siendo golpeados muy, muy fuerte.
Nuestras esperanzas y rezos están con ellos", dijo el alcalde, quien
decidió levantar el toque de queda establecido por las noches para
evitar saqueos en viviendas vacías y negocios cerrados.
Desde el
azote de "Katrina", se han invertido unos 10.000 millones de dólares en
un sistema de diques para esa ciudad que "ha funcionado correctamente",
dijo, pero los principales problemas siguen siendo las inundaciones y la caída del tendido eléctrico. EFEverde
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