La Fundación
Renovables insiste en que el impuesto propuesto para los carburantes y
el gas tiene como finalidad compensar el actual desequilibrio entre el
sistema eléctrico y el resto del sector energético
ECOticias.
La Fundación Renovables reclama al Gobierno, una vez más, que la
anunciada Reforma Energética incluya medidas fiscales como el
denominado “céntimo verde” a los carburantes y otros productos
energéticos para equilibrar los esfuerzos del sector ante los retos
planteados que, más allá del déficit de tarifa, son la reducción de
emisiones y de las importaciones de hidrocarburos que lastran la balanza
comercial de nuestro país. Como ya hiciera en julio y ante el debate
suscitado en el seno del Gobierno, la Fundación Renovables vuelve a
reivindicar con toda firmeza el empleo de la fiscalidad como elemento de
corresponsabilidad del conjunto del sector energético, propuesta que
planteó ya en junio de 2010 como su primera aportación al debate
energético. Ante las informaciones aparecidas en los medios de
comunicación sobre el contenido de dicha reforma, la Fundación
Renovables no puede dejar de manifestar su honda preocupación por el
impacto que tendrían algunas de las medidas anunciadas que supondrían el
colapso total para la mayor parte de las instalaciones de energías
renovables cuando la moratoria del RDL 1/2012 ya ha cercenado el futuro
desarrollo del sector.
La Fundación Renovables insiste en que el impuesto propuesto para los
carburantes y el gas tiene como finalidad compensar el actual
desequilibrio entre el sistema eléctrico y el resto del sector
energético, especialmente el vinculado al transporte, a la hora de
alcanzar los objetivo de la Unión Europea tanto para la reducción de
emisiones como para el incremento del papel de las energías renovables.
Para la Fundación el “céntimo verde” no es una medida coyuntural sino un
ejercicio de equidad que conllevará además otros beneficios como la
reducción del consumo de combustibles fósiles ya que se trata también de
penalizar la utilización de lo que no disponemos y favorecer la
implantación de lo que tenemos, que son los recursos y las tecnologías
renovables.
En definitiva, como señalábamos el pasado mes de julio, “la Fundación
Renovables reclama un impuesto neutral en su aplicación que grave una
energía no deseable para favorecer a las deseables, una medida de
carácter medioambiental que no tiene carácter recaudatorio y que
corresponsable con los compromisos asumidos por nuestro país”. Esta
medida debe ser la primera de un modelo de fiscalidad ambiental y
debería formar parte de un paquete global de reformas que aceleren la
transformación del modelo energético actual hacia uno más sostenible. De
lo contrario, será una nueva medida de muy corto plazo para retomar los
mismos problemas dentro de seis meses
Lamentablemente la discusión que se ha producido en el seno del
Gobierno revela que no hay una estrategia energética definida y que el
resultado puede ser más de lo mismo: cargar el coste de la reforma al
consumidor y a las renovables, que es lo que se ha estado haciendo desde
2008 y que solo ha conducido al agravamiento de los problemas.
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