Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea han mostrado sus divisiones sobre el modo en que se debe limitar el uso de los biocombustibles producidos a partir de cultivos, en la manera en que propone la Comisión Europea (CE).
"La discusión ha sido muy valiosa, ha habido un consenso
general en que hay que solucionar los efectos negativos del uso de
biocombustibles", aunque los países mantienen divergencias sobre cómo
abordar este asunto, explicó al término de la reunión titular irlandés
del ramo, Phil Hogan, en una rueda de prensa.
Varios Estados
miembros mostraron este jueves su preocupación por el impacto que puede
tener el establecimiento de un límite en el uso de estos combustibles
sobre las inversiones ya hechas en el sector, entre ellos España.
España
El
ministro español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel
Arias Cañete, defendió suavizar la propuesta del Ejecutivo comunitario.
"Apostamos
por los biocombustibles de última generación por su desarrollo
tecnológico y comercial, pero desde la prudencia de que hemos apostado
por los tradicionales, se han hecho esfuerzos de inversión, de
investigación, se han desarrollado proyectos empresariales que también
tienen que tener una continuidad y una seguridad jurídica", indicó Arias
Cañete.
Abogó por aumentar el límite del 5 % para el uso de biocombustibles tradicionales que ha propuesto la CE.
LA UE
La
Unión Europea se marcó como objetivo para 2020 que el 10 % de los
combustibles utilizados en el transporte sean biocombustibles, y en
octubre pasado la CE planteó limitar a un 5 % los provenientes de
cultivos.
La mitad restante deberá ser cubierta con biocarburantes
de última generación, fabricados a partir de residuos y otras fuentes
alternativas, como la paja.
"España quiere poner un punto de equilibrio al debate europeo", afirmó el ministro.
Los
Veintisiete, que ya mostraron su falta de consenso hace un mes en el
Consejo de ministros de Energía, seguirán discutiendo esta cuestión con
el objetivo de llegar a un acuerdo en junio, explicó Hogan.
El
Consejo de Medio Ambiente también debatió la revisión de la legislación
comunitaria de evaluación ambiental, una iniciativa que pretende mejorar
la capacidad de análisis y evitar los errores del pasado, en palabras
del comisario europeo de esa cartera, Janez Potocnik.
Los Estados miembros también expresaron sus reticencias a este proyecto.
El
ministro español, en concreto, afirmó que defenderá que la revisión
establezca seguridad jurídica, pero también "que sea fácil de aplicar,
comprensible para los ciudadanos y que se pueda tener la mayor rapidez
en los procesos de evaluación medioambiental".
"España está
revisando su normativa de evaluación medioambiental en línea con esta
directiva, y lo que estamos pidiendo es que cuando se articule
definitivamente, se tengan en cuenta esos principios de simplicidad para
los ciudadanos europeos, dentro de la garantía del medio ambiente",
explicó.
Por su parte, Potocnik instó a los Veintisiete a continuar avanzando para limar sus diferencias y lograr un consenso.
"Espero
que continuemos con esta discusión, aunque no sea fácil. Estoy animado
por el respaldo de todos los ministros a la necesidad de llegar a un
acuerdo", indicó el comisario. EFEverde
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