La
Fundación Renovables considera que el ajuste del sistema eléctrico no
puede cargarse sobre los consumidores y las políticas de ahorro
ECOticias..
El ajuste del sistema eléctrico no puede cargarse sobre los
consumidores y las políticas de ahorro, eficiencia y renovables. La
Fundación Renovables considera que se está planteando con parches la
continuidad de un sistema al que se. le reconoce su insostenibilidad El
origen del déficit tarifario no está en las renovables: todos los
recortes efectuados en su contra no han reducido ni impedido la subida
de la luz.
La Fundación Renovables considera que el ajuste del sistema eléctrico
no puede cargarse sobre los consumidores y las políticas de ahorro,
eficiencia y renovables tal y como hacen las dos normas aprobadas hasta
ahora por el Gobierno sobre este asunto. Por ello, la Fundación
Renovables, en su compromiso de participar activamente en el debate
energético, ha hecho público hoy un documento (que se adjunta) en el que
analiza la situación del sector energético a partir del Real Decreto
Ley 13/2012, publicado en el Boletín Oficial del Estado el pasado 31 de
marzo, sobre trasposición de directivas europeas y por el que se adoptan
medidas para la corrección de desviaciones por desajustes entre los
costes e ingresos de los sectores eléctrico y gasista como segundo paso
de la política energética tras la aprobación en enero del RDL 1/2012
(publicado en el BOE el 28 de enero) que establecía la moratoria
renovable ya comentada en una nota de prensa el pasado 31 de enero.
El documento de la Fundación señala que, aunque se trata de la
primera vez que el regulador introduce recortes a la retribución de las
compañías eléctricas, esos recortes son para la actividad de
distribución cuando hubieran sido más necesarios en generación,
actividad en la que existe una sobrecapacidad de potencia instalada
convencional y una excesiva retribución de instalaciones ya amortizadas o
unos pagos por capacidad y disponibilidad excesivos, que en realidad
pagan los errores de las compañías en el desarrollo de algunas
tecnologías como es el caso de los ciclos combinados. La Fundación
Renovables considera que la reducción en la retribución de la
distribución puede afectar a la calidad del suministro y comprometer la
implantación de nuevas instalaciones renovables.
Para entender este nuevo RDL hay que tener en cuenta que la primera
fase del ajuste se ha cargado exclusivamente a las renovables con la
paralización de futuros proyectos y una prolongación de los recortes y
la retroactividad aplicada desde 2008 por el anterior Gobierno. Si las
renovables llevan casi cuatro años de ajustes y siguen existiendo
desajustes entre los costes e ingresos del sistema, está claro que las
energías renovables no son el origen de la insostenibilidad del sistema
eléctrico y gasista. La propia existencia de este nuevo RDL viene a
reconocer que, aun recortando y parando las renovables, los costes del
sistema siguen creciendo. “Ha sido un error y una injusticia fijarse
exclusivamente en el coste de las renovables cuando habría que haberse
fijado en el incremento del conjunto de todos los costes regulados con
los que se retribuye a las eléctricas desde hace dos décadas” apunta el
amplio documento de la Fundación Renovables .
El origen y causa principal de los desajustes ha sido el no haber
previsto ni actuado desde 2008 sobre los efectos de la crisis económica
en el sistema eléctrico y gasista. La bajada de la demanda y el
mantenimiento de la contabilidad creativa del déficit de tarifa, en el
contexto de crisis, han convertido los desajustes en una auténtica bola
de nieve que se ha querido ocultar con los ataques y críticas a las
renovables que han visto cómo, mientras se paralizaba su mercado
indefinidamente, los costes del sistema crecían sin parar.
El ahorro no existe
Si el ahorro de energía era un concepto casi desaparecido, ahora, sin un mínimo impulso presupuestario, el ahorro no existe como prioridad ni como señal a los mercados. Muchas agencias de la energía están abocadas a desaparecer. Si lo que se pretende con esta norma es garantizar la sostenibilidad económica del sistema energético y se reconocen los riesgos de un modelo basado en el predominio de los combustibles fósiles, lo lógico sería abordar con urgencia la reducción de la dependencia de ese modelo, pero las medidas adoptadas no van en esa dirección. Lo que se plantea es una verdadera contradicción ya que se propone conseguir la sostenibilidad económica a largo plazo de un modelo energético insostenible por su propia naturaleza. En este sentido, los recortes no deberían hacerse a las renovables, al ahorro y ni siquiera a la distribución, sino al mix energético basado en las fuentes fósiles, petróleo, gas, carbón y energía nuclear. El RDL 13/2012 sigue sin afrontar el fondo del problema, que es el propio modelo energético que lo ha creado y se queda muy lejos de lo que exige la situación actual; es un parche más que traslada los problemas al próximo semestre, a la espera de lo que el Gobierno decida para la segunda fase que se anuncia en el preámbulo.
Si el ahorro de energía era un concepto casi desaparecido, ahora, sin un mínimo impulso presupuestario, el ahorro no existe como prioridad ni como señal a los mercados. Muchas agencias de la energía están abocadas a desaparecer. Si lo que se pretende con esta norma es garantizar la sostenibilidad económica del sistema energético y se reconocen los riesgos de un modelo basado en el predominio de los combustibles fósiles, lo lógico sería abordar con urgencia la reducción de la dependencia de ese modelo, pero las medidas adoptadas no van en esa dirección. Lo que se plantea es una verdadera contradicción ya que se propone conseguir la sostenibilidad económica a largo plazo de un modelo energético insostenible por su propia naturaleza. En este sentido, los recortes no deberían hacerse a las renovables, al ahorro y ni siquiera a la distribución, sino al mix energético basado en las fuentes fósiles, petróleo, gas, carbón y energía nuclear. El RDL 13/2012 sigue sin afrontar el fondo del problema, que es el propio modelo energético que lo ha creado y se queda muy lejos de lo que exige la situación actual; es un parche más que traslada los problemas al próximo semestre, a la espera de lo que el Gobierno decida para la segunda fase que se anuncia en el preámbulo.
Por todo ello la Fundación Renovables plantea las siguientes medidas:
1-. Planificación Energética para 2050.
2-. Internalización de costes de todas las fuentes de energía.
3-. Plan de Ahorro y Eficiencia Energética con el objetivo de un 50%
de ahorro de energía. Deberá incluir el autoconsumo compartido y la
generación distribuida.
4-. Principio de corresponsabilidad para que todos los consumidores
de energía contribuyan a la transición hacia ese nuevo modelo energético
basado en el ahorro.
5-. I+D+i para impulsar la industria nacional y la tecnología nacional de renovables y de eficiencia energética.
En definitiva, se trata de caminar hacia un nuevo mix energético, un
nuevo modelo de negocio energético basado en el ahorro y otra cultura
del uso de la energía para avanzar en la sostenibilidad del sistema
energético reduciendo la dependencia y la intensidad energética así como
las emisiones de CO2 que constituyen los mayores riesgos y costes del
sistema energético.
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