El estudio,
publicado en 'Science', ofrece nuevos puntos de vista al debate acerca
de cómo los cambios en la órbita de la Tierra, en relación al Sol,
ocasionaron el comienzo y el fin de la edad de hielo.
ECOticias.
Un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge, en el
Reino Unido, han reconstruido registros precisos de los cambios en el
volumen del hielo, y las temperaturas del océano profundo, en los
últimos 1,5 millones de años.
El estudio, publicado en 'Science', ofrece nuevos puntos de vista
al debate acerca de cómo los cambios en la órbita de la Tierra, en
relación al Sol, ocasionaron el comienzo y el fin de la edad de hielo.
Reconstruir los cambios climáticos de otras épocas es fundamental
para entender por qué el clima se comporta como lo hace. Además, estos
datos ayudan a predecir cómo podría responder el planeta, en el futuro, a
los cambios realizados por el hombre, como la inyección de grandes
cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera.
No obstante, los científicos que tratan de construir una imagen
exacta de los últimos cambios climáticos se han visto frustrados por la
dificultad de leer el registro geológico marino de la edad de hielo
--los cambios en la proporción de isótopos de oxígeno (oxígeno 18 y
oxígeno 16) se conservan en pequeños fósiles calcáreos -llamados
foraminíferos-- en aguas profundas.
La dificultad radica en que el registro de isótopos muestra
efectos combinados de los cambios de temperatura del fondo marino y los
cambios en la cantidad de volumen del hielo. Separar estos efectos ha
resultado ser muy complicado, por lo que los investigadores han sido
incapaces de determinar si los cambios en la órbita de la Tierra
afectaron más a la temperatura del océano, o a la cantidad de hielo en
los polos.
El nuevo estudio, llevado a cabo por investigadores del
Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Cambridge,
parece haber resuelto este problema mediante la introducción de un nuevo
conjunto de datos sensibles a la temperatura.
Este nuevo método, permitió identificar solamente los cambios en
las temperaturas oceánicas, restando estos resultados de la serie
original de datos isotópicos, y luego construir una imagen sin
precedentes del cambio climático de los últimos 1,5 millones de años -un
registro de los cambios tanto en la temperatura oceánica, como en el
volumen global de hielo.
Se incluye en esta nueva imagen climática una representación mucho
más amplia de lo que ocurrió durante la Transición del Pleistoceno
Medio --un cambio importante en el sistema climático de la Tierra, que
tuvo lugar hace entre 1,25 millones y 600 mil años--.
CICLOS DE 100.000 AÑOS
Antes de esta época, la alternancia entre periodos glaciales de
frío extremo, y periodos más cálidos interglaciares, ocurrió a
intervalos de aproximadamente 41.000 años. Posteriormente, los grandes
ciclos duraron más tiempo, tomando regularmente 100.000 años.
Durante mucho tiempo, los investigadores han creado modelos
diferentes de cómo estas características del clima podrían haber
cambiado en el pasado, en el curso de un debate que ha perdurado más de
60 años, desde el trabajo pionero realizado por el premio Nobel Harold
Urey, en 1946.
Ahora, el nuevo estudio ayuda a resolver estos problemas mediante
la introducción de un nuevo conjunto de datos de imagen --la proporción
de magnesio (Mg) de calcio (Ca) en los foraminíferos--. Debido a que es
más fácil para el magnesio incorporarse a temperaturas más altas, las
mayores cantidades de magnesio en los fósiles marinos diminutos implica
que la temperatura del mar profundo fue mayor en ese punto en el tiempo
geológico.
El conjunto de datos Mg/Ca fue tomado del registro fósil de la
Dorsal de Chatham, un área del océano al este de Nueva Zelanda. El
cuadro resultante muestra que el volumen de hielo ha cambiado mucho más
dramáticamente que las temperaturas del océano, en respuesta a los
cambios en la geometría orbital.
TEMPERATURAS MÁS BAJAS
Los períodos glaciales que tuvieron lugar durante ciclos de
100.000 años se han caracterizado por una lenta acumulación de hielo, y
este volumen de hielo respondió al cambio orbital mucho más lentamente
que las temperaturas del océano. La temperatura del océano, sin embargo,
llegó a un límite más bajo, ya que el agua de mar limitó el frío que
podía alcanzar el océano profundo.
Además, el mapa muestra que la transición de ciclos de 41.000 años
a ciclos de 100.000 años no fue tan gradual como se pensaba
anteriormente. De hecho, la acumulación de capas de hielo más grandes,
asociadas con más glaciares, parece haber empezado de repente, hace
900.000 años. El patrón de respuesta de la Tierra a la fuerza orbital
cambió drásticamente durante este evento, de hace 900.000 años.
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