Durante esta
campaña --correspondiente al año 2012-- los científicos han detectado
una tasa de emisión de 233 toneladas diarias relativamente superior a
las 50 toneladas diarias registradas
ECOticias.
Científicos del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables
(ITER), en colaboración con personal del Laboratório de Engenharia Civil
de Cabo Verde (LEC), de la Universidade de Cabo Verde (Uni-CV) y del
Serviço Nacional de Protecçao Civil (SNPC), ha detectado un incremento
de la emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera por el
sistema volcánico insular de Brava (Cabo Verde).
Durante esta campaña --correspondiente al año 2012-- los
científicos han detectado una tasa de emisión de 233 toneladas diarias
relativamente superior a las 50 toneladas diarias registradas durante la
campaña científica correspondiente al año 2010.
Este incremento de 4,7 veces la emisión registrada en el año 2010
es significativa y refleja la posibilidad de ocurrencia de un proceso de
inyección de fluidos volcánicos-hidrotermales en el subsuelo de Brava.
La monitorización de la emisión difusa de dióxido de carbono a
través de los 64 kilómetros cuadrados de área que conforma el edificio
volcánico insular de Brava se realiza por parte del personal canario y
caboverdiano con una periodicidad de dos años (bienal) con la finalidad
de detectar potenciales cambios temporales la tasa de emisión de CO2 a
la atmósfera por el volcán Brava, así como de potenciales cambios
espacio-temporales de la distribución de las anomalías de flujo difuso
de dióxido que se registran en la isla.
La monitorización de estas emanaciones difusas en sistemas
volcánicos es de una gran utilidad para la vigilancia volcánica por ser
el de dióxido de carbono el segundo componente mayoritario de los gases
volcánicos después del vapor de agua y por su baja solubilidad en
fundidos silicatados (magma) haciendo que el de CO2 se escape con suma
facilidad de los sistemas volcánicos en profundidad. Estas emanaciones
son invisibles al ojo humano, pero pueden ser detectables con sensores
de infrarrojo portátiles que permiten evaluar la cantidad de dióxido de
carbono que esta emitiendo el sistema volcánico a la atmósfera así como
detectar la localización de sus emisiones anómalas.
MOVIMIENTOS DE MAGMA
La detección de cambios significativos en los valores de emisión
difusa de CO2 en áreas volcánicamente activas, así como cambios en la
distribución espacial de las emisiones anómalas de dióxido en el
ambiente superficial pueden estar ligados a movimientos de magma en el
subsuelo y/o cambios de la actividad sismovolcánica; por lo tanto, serán
siempre excelentes señales de alerta temprana sobre el fenómeno
volcánico.
Los resultados de estos trabajos destinados a mejorar el programa
de vigilancia volcánica de Cabo Verde, y más concretamente del sistema
volcánico insular de Brava, se enmarcan dentro del proyecto
'Makavol-Fortalecimiento de las capacidades de I+D+I para contribuir a
la reduccion del Riesgo Volcanico en la Macaronesia (MAC/3/C161)'
co-financiado por el programa de cooperación transnacional de la Unión
Europea Madeira-Canarias-Azores (MAC 2007-2013).
En este proyecto participan como socios el Laboratório de
Engenharia Civil de Cabo Verde (LEC), la Universidade de Cabo Verde
(Uni-CV), y el Serviço Nacional de ProtecçAo Civil (SNPC) de Cabo Verde,
además de contar con la colaboración y el apoyo del Instituto
Volcanológico de Canarias (Involcan), del Instituto Andaluz de
Geofísica, organismo dependiente de la Universidad de Granada, y del
Observatório Vulcanológico e Geotérmico dos Açores (OVGA).
Brava (64 km2) es la isla más occidental de la alineación NE-SO de
islas volcánicas que conforman las islas de Maio, Santiago, Fogo y
Brava. El sistema volcánico insular de Brava se encuentra a 18 km al
oeste de la isla de Fogo, de la que está separada por profundidades de
más de 1.400 metros y dónde diversos estudios de batimetría han
reflejado la existencia de un campo de conos volcánicos submarinos
existentes entre las islas de Brava y Fogo. Aunque no se conocen la
existencia de erupciones históricas en Brava, la isla es sísmicamente
activa.
Por el contrario, la isla de Fogo, que se encuentra justo 18 km al
este, ha experimentado por lo menos 27 erupciones históricas. Datos
recientes muestran que la actividad sísmica en Brava probablemente se
encuentre relacionada con el campo volcánico submarino situado entre
Fogo y Brava o con la montaña submarina Cadamosto, de 3 kilómetros de
altura localizada al soroeste de Brava
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