martes, 21 de agosto de 2012

La grave sequía que sufrió Corea del Norte en primavera puede malograr hasta 700.000 toneladas de cultivo, lo que agravaría la crisis alimentaria en el empobrecido régimen comunista, según un estudio publicado hoy en Seúl sobre el estado de la agricultura norcoreana. La grave sequía que sufrió Corea del Norte en primavera puede malograr hasta 700.000 toneladas de cultivo, lo que agravaría la crisis alimentaria en el empobrecido régimen comunista, según un estudio publicado hoy en Seúl sobre el estado de la agricultura norcoreana. En la foto de archivo, un campesino norocoreano transporta sus productos en una carreta en el sector marginal de Kujang, en Corea del Norte. EFE/ADRIAN BRADSHAW La falta de lluvias en mayo y junio en Corea del Norte ha debilitado mucho el cultivo de verano de patata, trigo y cebada, que podría haber disminuido en cerca de 200.000 toneladas este año, detalló Kwon Tae-jin, investigador del Instituto de Economía Rural de Corea, encargado del estudio. Además, para la cosecha de otoño, se espera que los cultivos de arroz, maíz y judías, alimentos básicos en el país, se reduzcan en cerca de 400.000 toneladas, mientras que se estima pierda unas 100.000 toneladas en otros productos no derivados de los cereales, según el documento, recogido por la agencia Yonhap. Según el estudio, la escasez de este año en Corea del Norte podría alcanzar el millón de toneladas de alimentos, mientras que las estimaciones del Programa Mundial de Alimentos (WFP) de las Naciones Unidas sitúan en 740.000 toneladas las pérdidas en cereales. Sequía y hambruna A finales de junio, Corea del Norte desveló que el país ha sufrido este año la peor sequía del último siglo, y destacó los daños en la provincia de Hwanghae del Norte, un importante enclave agrícola. El régimen vive una permanente crisis económica desde los años 90, cuando se calcula que unos dos millones de personas fallecieron en una hambruna masiva, y desde entonces depende de la ayuda exterior para alimentar a su población. En este sentido, para este año Corea del Norte ha guardado cerca de 600.000 toneladas procedentes de la ayuda exterior y las exportaciones, aunque aún le faltan cerca de 400.000 toneladas para poder garantizar el alimento básico a su población, según el estudio. Inseguridad alimentaria para 16 millones de personas A principios de junio, la Organización de Naciones Unidas alertó de las condiciones del país, en el que "16 millones de personas siguen padeciendo inseguridad alimentaria crónica (en diversos grados), altas tasas de desnutrición, y profundos problemas económicos". Además, el fallido lanzamiento en abril de un cohete de largo alcance desde Corea del Norte, provocó que Estados Unidos cancelara su acuerdo con Pyongyang para el envío de 240.000 toneladas de ayuda alimentaria a cambio de una moratoria de su programa nuclear. EFEverde

Los movimientos sociales que actúan en las zonas rurales de Brasil en defensa de campesinos, indios, pescadores y descendientes de esclavos anunciaron hoy que unificarán sus reivindicaciones para tener más fuerza en sus manifestaciones y en posibles negociaciones con el Gobierno.

La unión de las fuerzas sociales rurales fue anunciada en una rueda de prensa de dirigentes de varias organizaciones que tuvo lugar hoy en Brasilia en el marco de un encuentro de trabajadores y pueblos del campo, las aguas y los bosques, que se prolongará hasta el miércoles.
Según los líderes sociales, la intención del encuentro es acordar un programa único de acciones destinado al desarrollo rural y que sirva como alternativa al que consideran modelo defendido por el Gobierno, que sería el del monocultivo en grandes propiedades para la exportación.
Los elementos clave en el modelo que negocian los movimientos sociales son la reforma agraria, el fortalecimiento de la agricultura familiar, la demarcación de las reservas indígenas y de tierras de los descendientes de esclavos, explicaron los dirigentes.
5.000 representantes en un encuentro nacional
 
En el encuentro en Brasilia participan unos 5.000 representantes de grupos como el Movimiento de los Sin Tierra (MST), la Confederación Nacional de Trabajadores en la Agricultura (Contag), Vía Campesina, Movimiento de Pequeños Agricultores, Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil y Consejo Indigenista Misionero.
El encuentro busca unificar el discurso de campesinos, pequeños agricultores, colonos, pescadores, indígenas, recolectores de frutos de la floresta independientemente de las banderas políticas e ideológicas que representan.
Mundo rural y latifundios  
 
El representante de Vía Campesina en Brasil, Joao Pedro Stédile, que durante muchos años fue el principal líder del MST, aseguró que Brasil necesita urgentemente reorganizar su modelo de producción rural y dejar de incentivar los latifundios destinados a la producción de materias primas de elevada demanda en el exterior como soja, maíz, carnes, azúcar y etanol, entre otras.
"La reforma agraria es vital en Brasil, pero está estancada. Queremos una reorganización de la agricultura para que podamos producir en el país alimentos sanos, sin agrotóxicos, para el pueblo brasileño", afirmó Stédile.
"Para eso es necesario darle condiciones de producción al pobre y al campesino sin tierra. En el modelo de monocultivo agroexportador, que es predador y excluyente, no hay lugar para los pobres", agregó.
Según Stédile, actualmente viven en el campo 16 millones de brasileños en su mayoría pobres, de los cuales cuatro millones son pequeños propietarios sin incentivos y otros cuatro millones son de familias sin tierra.
Reforma agraria  
"Ningún programa de combate a la pobreza tendrá éxito sino prevé la reforma agraria y cambios en la propiedad de la tierra", dijo por su parte el secretario de Política Agraria de la Contag, William Clementino.
Según Clementino, mientras que los grandes agricultores destinan su producción al exterior, la agricultura familiar genera el 75 por ciento de los alimentos consumidos por los brasileños.
La representante de la Federación Nacional de Trabajadores en la Agricultura Familiar, Elisángela Araújo, agregó que entre las reivindicaciones unificadas también destacan asistencia técnica y acceso a tecnologías para los pequeños productores.
Los organizadores del encuentro planean terminar sus labores el miércoles con una marcha entre el Parque de la Ciudad, en donde están acampados, y el Palacio de Planalto, sede de la Presidencia, donde esperan que la mandataria Dilma Rousseff reciba un documento con sus peticiones. EFEverde

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