La NASA anunció hoy una próxima misión a Marte, que prevé enviar en 2016, con el objetivo de investigar el interior del llamado "planeta rojo" para entender por qué evolucionó de manera tan diferente a la Tierra, siendo ambos planetas rocosos.
La misión, denominada "InSight", cuyo acrónimo en inglés
significa vistazo interior, viajará equipada de instrumentos para
investigar si el núcleo de Marte es sólido o líquido y por qué no está
dividido en placas tectónicas como nuestro planeta.
Tener un
conocimiento más detallado del interior de Marte para poder compararlo
la Tierra ayudará a los científicos a entender mejor cómo se formaron
los planetas terrestres y por qué evolucionaron de manera tan diferente,
aseguró la agencia espacial estadounidense.
"La exploración de
Marte se ha convertido en una prioridad máxima para la NASA y la
selección de InSight nos asegura que continuaremos desvelando los
misterios del planeta rojo y sentaremos las bases para una misión
humana", dijo en un comunicado el director de la NASA, Charles Bolden.
Bolden
señaló que el reciente éxito del descenso en Marte del explorador
Curiosity "ha impulsado el interés del público en la exploración
espacial y el anuncio de hoy deja claro que habrá más misiones
apasionantes" a ese planeta.
La misión, prevista para partir en
septiembre de 2016, será liderada por Bruce Banerdt, del Laboratorio de
Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, en Pasadena (California, EE.UU.), y
el equipo científico incluirá investigadores de todo el mundo.
El Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES) y el Centro
Alemán Aeroespacial contribuirán en el diseño de algunos de los
instrumentos que portará InSight.
InSight se construirá según la tecnología espacial utilizada en la misión Phoenix, el vehículo estacionario lanzado en 2007 que determinó que hubo agua en la superficie cerca de las zonas polares del planeta.
InSight se construirá según la tecnología espacial utilizada en la misión Phoenix, el vehículo estacionario lanzado en 2007 que determinó que hubo agua en la superficie cerca de las zonas polares del planeta.
La NASA calcula
que el coste de la misión, excluyendo el sistema de lanzamiento y los
servicios de mantenimiento, será de 425 millones de dólares y tendrá una
duración de dos años.
El JPL aportará un instrumento de
referencia geodésico para determinar el eje de rotación del planeta, un
brazo robótico y dos cámaras.
El CNES está al frente de un
consorcio internacional que construirá un instrumento para medir las
ondas sísmicas del interior del planeta y el Centro Alemán Aeroespacial
construirá una sonda subterránea para medir el flujo de calor desde el
interior. EFEverde
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