Los corales se
componen de muchos pólipos que, conjuntamente, forman una capa de
tejido vivo que cubre los esqueletos calcáreos. Los corales dependen de
algas unicelulares llamadas zooxantelas
ECOticias.
Una nueva investigación de la Universidad de Southampton y el
Centro Nacional de Oceanografía de Southampton ha descubierto que un
desequilibrio de nutrientes en las aguas de los arrecifes puede aumentar
la susceptibilidad del blanqueo del coral. El hallazgo, publicado en
'Nature Climate Change', también ha demostrado que la adición de
nutrientes al agua puede aumentar la probabilidad de que los corales
sufran blanqueamiento inducido por el calor.
Los corales se componen de muchos pólipos que, conjuntamente,
forman una capa de tejido vivo que cubre los esqueletos calcáreos. Los
corales dependen de algas unicelulares llamadas zooxantelas, que viven
dentro de los pólipos. El coral y las zooxantelas dependen unos de los
otros para sobrevivir, manteniendo una relación simbiótica donde el
coral proporciona a las algas nutrientes, y un lugar para vivir; a su
vez, las algas ofrecen a los corales algunos productos de la
fotosíntesis, dotándolos así de una importante fuente de energía.
Las altas temperaturas del agua pueden bloquear las reacciones
fotosintéticas en las células de las algas, causando una acumulación de
compuestos tóxicos de oxígeno, que amenazan a los corales y pueden
causar una pérdida de zooxantelas. Sin las algas, los corales se vuelven
de color blanco; este blanqueo, a menudo, conduce a la muerte del
coral. Este blanqueamiento masivo del coral ya ha tenido efectos
devastadores en los ecosistemas de arrecifes.
En el coral, el crecimiento de las zooxantelas está restringido
por un suministro limitado de nutrientes, que permite que las algas
transfieran una cantidad sustancial de sus emisiones de carbono a los
corales, lo cual es crucial para la relación simbiótica. El crecimiento
de las algas se desequilibra cuando la disponibilidad de un nutriente
específico se reduce, en comparación a la demanda celular.
En el nuevo estudio, los investigadores observaron que una mayor
oferta de compuestos de nitrógeno disuelto, en combinación con una
disponibilidad limitada de fosfatos, ocasiona una carencia de fosfatos
en las algas. Esta condición se asocia con una reducción en la
eficiencia fotosintética, y aumenta la susceptibilidad de los corales al
blanqueo inducido por la temperatura.
El director del estudio Jörg Wiedenmann, profesor de Oceanografía
Biológica en la Universidad de Southampton, afirma que "estos hallazgos
sugieren que el impacto más grave sobre la salud de los corales podría
no surgir del sobre-enriquecimiento con un grupo de nutrientes, por
ejemplo, el nitrógeno, sino del agotamiento de otros compuestos, como
los fosfatos, causado por un aumento de la demanda por parte de las
poblaciones de zooxantelas en crecimiento".
Wiedenmann añade que "los resultados tienen fuertes implicaciones
para la gestión costera, ya que sugieren que una reducción equilibrada
de la entrada de nutrientes en las aguas podría ayudar a mitigar los
efectos del aumento de la temperatura del mar en los arrecifes de coral.
Sin embargo, estas medidas sólo serían eficaces por un corto período de
tiempo, por lo que es importante detener el calentamiento de los
océanos que, de otro modo, acabará destruyendo la mayoría de los
arrecifes de coral, en su forma actual, en un futuro próximo".
Los autores concluyen que el nuevo estudio podría ayudar en el diseño de nuevas reservas marinas.
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