Los grupos ecologistas apoyaron hoy en Bangkok una iniciativa de Kenia para que Sudáfrica y Suazilandia suspendan las exportaciones de trofeos de cuerno de rinoceronte con el fin de evitar el tráfico ilícito.
En un comunicado, la Fundación Freeland y la David Shepherd Wildlife Foundation pidieron a los miembros de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro, Fauna Salvaje y Flora (CITES) reunidos en la capital tailandesa que apoyen esta propuesta.
Los cazadores tienen permiso para matar un rinoceronte al año y enviar el cuerno a su país de origen como trofeo deportivo.
Sin
embargo, Freenland y la Fundación David Shepherd denunciaron que las
bandas criminales se confabulan con algunas agencias que organizan los
safaris de caza para hacer pasar cuernos de rinocerontes cazados
furtivamente como si fueran trofeos deportivos.
Las ONG
ecologistas indicaron que los cuernos son exportados a Tailandia y, más
tarde, a Laos y Vietnam, donde son utilizados como remedios de medicina
tradicional.
Aunque Sudáfrica suspendió recientemente las
exportaciones a Vietnam, David Shepherd y Freeland aseguran que el
tráfico continúa y que algunos cuernos proceden del Parque Nacional
Kruger que son exportados de forme ilegal a través de Mozambique hasta
el Sudeste Asiático y Hong Kong.
"Desde el 1 de junio de 2013, 128
rinocerontes fueron cazados en Sudáfrica solo y el 1 de febrero el
Consejo Social y Económico de Kenia declaró la caza furtiva de
rinocerontes una crisis nacional", indicó Sally Case, presidenta de la
Fundación David Shepherd.
Hacia la desaparición
Según Case, los rinocerontes podrían desaparecer de Kenia en una década si continúan las matanzas de este mamífero.
"El
crecimiento de la población de rinocerontes en África ha disminuido a
unos niveles que pone el peligro su futuro. Hay que prohibir la
exportación de trofeos antes de que sea demasiado tarde", declaró la
presidenta de la ONG.
La CITES de Bangkok
Unos 2.000 delegados de 177 países participarán hasta el 14 de
marzo en la conferencia de CITES en Bangkok en la que se debatirán 70
propuestas para modificar la protección de especies de fauna y flora.
La
anfitriona, Tailandia, se encuentra en el punto de mira por la petición
de las ONG para que prohíba la venta de marfil con el objetivo de
frenar la caza furtiva en África.
Entre las propuestas más
controvertidas por la falta de consenso inicial están las propuestas
para prohibir la caza del oso polar y para introducir restricciones a
las capturas de cinco especies de tiburón, apreciados por su aleta.
También
se discutirá la petición de Ecuador para que se rebaje la protección de
la vicuña, especie andina que de los 6.000 ejemplares en los años 1960
se ha recuperado hasta lograr una población de 380.000 solo en Perú.
El
CITES es un acuerdo adoptado por 177 países y que desde 1973 ha
catalogado unas 35.000 especies de animales y plantas para regular su
comercio internacional y evitar que este afecte la supervivencia de
estas especies. EFEverde
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