El cambio
climático es una realidad y afecta a la biodiversidad del planeta con
dinámicas exponenciales que hay que desacelerar, ha recalcado hoy el
biólogo y profesor de investigación del CSIC Fernando Valladares,
participante en el debate "La Naturaleza a examen", de Ecologistas en
Acción.
Durante el foro, a propósito de la celebración del Día Mundial
de la Biodiversidad, el científico ha recalcado la importancia de "ganar
tiempo" para entender mejor las consecuencias del cambio climático y
darle una oportunidad a la evolución.
"Ningún científico discute ya que se está produciendo un calentamiento global con un evidente origen antropogénico, llevamos 25 años hablando del tema y hay que pasar página", ha señalado a EFEverde Valladares, adscrito al Museo de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), para quien hay que empezar a trabajar en las alternativas.
Lo primero, asegura, es "frenar",
detener el frenético ritmo que marcan las actividades humanas y entender
que "mucho de lo que ha ocurrido (a la humanidad) ha ocurrido hace muy
poco" y que los 5 años de hoy equivalen a los 500 de la historia
reciente y a 5.000 en términos de evolución.
Las bacterias o las ratas
Con
tiempo, los sistemas naturales son capaces de encajar los cambios y la
posibilidad de evolución está aún presente en especies que se adaptan
constantemente, como las bacterias o las ratas, ha precisado.
El
reto, ha agregado Valladares, es entender mejor qué es lo que pasa,
dejar que la ciencia y la tecnología proporcionen alternativas a lo que
no puede cambiarse y empezar la adaptación a lo ineludible, con
estrategias de mitigación que ya deben tomar en cuenta los políticos.
Juan Carlos Moreno, del
Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad
Autónoma de Madrid, ha presentado, desde su calidad de especialista en
botánica, las "Tareas cumplidas y deberes pendientes en la conservación
de la flora española".
Según Moreno, España, el país con mayor
biodiversidad de Europa es también el que enfrenta mayores riesgos, por
la gran transformación de su territorio, el impacto del desarrollo
humano y el consecuente calentamiento del clima.
Con presencia en
el territorio español del 21 % de las especies registradas en el
Convenio de Berna para la conservación de la vida silvestre y el medio
natural en Europa, "muy por delante de otros países de la zona", en
España no ha dejado de aumentar la flora amenazada.
Pérdida de plantas
A
pesar de los objetivos alcanzados en el conocimiento real de la
evolución de la biodiversidad en la última década, no se ha conseguido
reducir la pérdida y hasta 80 plantas han cambiado de categoría de
protección a peor en este periodo, ha recalcado Moreno, que ha
mencionado como totalmente extinto el trébol acuático de cuatro hojas,
un tipo de helecho de agua, y en peligro crítico la alcachofa silvestre.
A
su juicio, hace falta aún desarrollar en la conciencia colectiva la
importancia de las especies botánicas en la biodiversidad del planeta y
dar con ejemplares "bandera", con un mensaje llamativo que enarbolen
programas eficaces de conservación.
La geología y la flora, ha
añadido, son el soporte de la fauna, cuyos grandes mamíferos han
alcanzado más éxito o popularidad como ejemplos conservacionistas.
Un
tercer ponente, Fernando Santos Martín, del Laboratorio de
Socio-ecosistemas de la Universidad Autónoma de Madrid, ha presentado
"La evaluación de los ecosistemas del Milenio de España", para completar
el examen de la biodiversidad española, que, según los últimos datos de
la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en
Europa, es la que registra el mayor porcentaje de especies amenazadas.
EFVERDE
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