La mas pequeña y poblada de las Antillas Mayores, Puerto Rico, el punto más luminoso del Caribe, ha conseguido mitigar su iluminación artificial para que brille la naturaleza.
El Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico,
que desde hace diez años dirige Fernando Lloveras, ha desarrollado un
"programa de premio" para proteger a la fauna local de los efectos
perturbadores de las fuentes de luz artificial.
El galardón lo entrega mañana la Fundación Mapfre, por la "Mejor Gestión Medioambiental" en 2012 y reconoce el trabajo acertado de la campaña "Puerto Rico brilla naturalmente", contra la contaminación lumínica, en la reserva natural de las Cabezas de San Juan, importante punto de desove de tortugas.
El galardón lo entrega mañana la Fundación Mapfre, por la "Mejor Gestión Medioambiental" en 2012 y reconoce el trabajo acertado de la campaña "Puerto Rico brilla naturalmente", contra la contaminación lumínica, en la reserva natural de las Cabezas de San Juan, importante punto de desove de tortugas.
CONTROLAR LA LUZ
El propio Lloveras ha explicado a EFEverde que la contaminación lumínica
(la luz artificial nocturna) impacta negativamente sobre los recursos
naturales, altera ciclos de vida, patrones de comportamiento y hábitats
de flora y fauna.
Aves, insectos y en especial las tortugas marinas, se apuntan entre las especies mas afectadas, porque se desorientan en sus migraciones y confunden tierra y mar, adentrándose equivocadamente en tierra firme hacia una muerte segura.
En Cabezas de San Juan, en el noreste de la isla, está además la Laguna Grande de Fajardo, una de las tres masas de agua bioluminiscente, fenómeno de luz natural producido por pequeños organismos vivos que responden al movimiento y solo se aprecia en la oscuridad.
Esta curiosa manifestación, apuntó Lloveras, ha despertado el interés turístico, que asegura el cuidado de la laguna, pero con el exceso de luz en la zona, ya era muy difícil de percibir.
Aves, insectos y en especial las tortugas marinas, se apuntan entre las especies mas afectadas, porque se desorientan en sus migraciones y confunden tierra y mar, adentrándose equivocadamente en tierra firme hacia una muerte segura.
En Cabezas de San Juan, en el noreste de la isla, está además la Laguna Grande de Fajardo, una de las tres masas de agua bioluminiscente, fenómeno de luz natural producido por pequeños organismos vivos que responden al movimiento y solo se aprecia en la oscuridad.
Esta curiosa manifestación, apuntó Lloveras, ha despertado el interés turístico, que asegura el cuidado de la laguna, pero con el exceso de luz en la zona, ya era muy difícil de percibir.
El Fideicomiso
propuso y ayudó a sustituir las luces mas agresivas, reorientar las
imprescindibles y, en algunos casos, emplear luminarias eficientes para
recuperar la estabilidad lumínica que necesita la zona, con una
reducción de hasta el 50 por ciento de la iluminación nocturna
inadecuada.
LA CLAVE, COLABORACIÓN
"No hubo ninguna resistencia y sí mucha colaboración de vecinos,
comercios y hoteles, todos entendieron el mensaje", recalcó Lloveras
sobre su primera meta, que piensa repetir en otros puntos de la isla,
que con una población de 3.701.000 habitantes, tiene 1,5 millones
abonados a la red eléctrica que abastece 1.500 millones de kilovatios/hora.
El objetivo del Fideicomiso, recordó, es promover la conservación de la isla, en la que se identifican hasta 35 diferentes ecosistemas y un alto grado de endemismo, con un modelo participativo que pasa por una decidida campaña de conciencia y educación.
En Puerto Rico, añadió, "todos sentimos la naturaleza de cerca, en una isla tropical, la vida salvaje se abre camino y tenemos que aprender a convivir".
El objetivo del Fideicomiso, recordó, es promover la conservación de la isla, en la que se identifican hasta 35 diferentes ecosistemas y un alto grado de endemismo, con un modelo participativo que pasa por una decidida campaña de conciencia y educación.
En Puerto Rico, añadió, "todos sentimos la naturaleza de cerca, en una isla tropical, la vida salvaje se abre camino y tenemos que aprender a convivir".
Como
"original" mencionó el circuito de flora y fauna por el viejo San Juan,
el casco antigua de la capital, con el que se descubren flora y fauna,
especies autóctonas del exótico trópico entre los edificios históticos
de la antigua colonia.
También destacó la participación este año
del fideicomiso en el programa de conteo de aves del patio, en febrero,
en el que Puerto Rico alcanzó el noveno puesto en número de
registros, por encima de España y Belice, el programa de conservación
de la cotorra puertorriqueña y la campaña "ciudadano científico", en la
que se involucra a la pobñación informada en trabajos de investigaciópn.
ECOSISTEMAS FUNCIONALES
Sobre los parámetros conservacionistas del Fideicomiso, Fernando
Lloveras recalcó su apuesta por "la funcionalidad del ecosistema", los
equilibrios entre naturaleza y hombre que hay que respetar bajo las
principales consignas de no agresión y no contaminación.
Entre los retos pendientes, en una isla que aún no ha incorporado el "ecoturismo" a su modelo económico de desarrollo, reforestar la ciudad de San Juan, con ejemplares de los cuatro viveros de las especies autóctonas que tiene el Fideicomiso, reforzar el cuidado de las playas y elaborar un "mapa de vida", el registro ecológico de sus bosques secos y lluviosos, montañosas, costas, mares y su peculiar karst.
Con 12.000 hectáreas repartidas en 24 áreas protegidas, el Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico tiene como meta "promover el sentido de responsabilidad de todos los puertorriqueños hacia la conservación de la isla", máxima que para Valladares, dice, "es personal".
Los premios sociales 2012 de la Fundación Mapfre, que entrega la reina Sofía de España, cuentan con cuatro categorías, "a toda una vida profesional", "mejor acción solidaria", "mejor prevención de accidentes" y "mejor gestión medioambiental" y están dotados con 30.000 euros. EFEverde
Entre los retos pendientes, en una isla que aún no ha incorporado el "ecoturismo" a su modelo económico de desarrollo, reforestar la ciudad de San Juan, con ejemplares de los cuatro viveros de las especies autóctonas que tiene el Fideicomiso, reforzar el cuidado de las playas y elaborar un "mapa de vida", el registro ecológico de sus bosques secos y lluviosos, montañosas, costas, mares y su peculiar karst.
Con 12.000 hectáreas repartidas en 24 áreas protegidas, el Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico tiene como meta "promover el sentido de responsabilidad de todos los puertorriqueños hacia la conservación de la isla", máxima que para Valladares, dice, "es personal".
Los premios sociales 2012 de la Fundación Mapfre, que entrega la reina Sofía de España, cuentan con cuatro categorías, "a toda una vida profesional", "mejor acción solidaria", "mejor prevención de accidentes" y "mejor gestión medioambiental" y están dotados con 30.000 euros. EFEverde
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