viernes, 17 de agosto de 2012

Científicos distinguen tres fases de la serie sísmica asociada a la erupción submarina de El Hierro

El 'parámetro b' es la pendiente de la conocida ecuación formulada por Richter en 1958 y que relaciona la frecuencia con la magnitud de los terremotos. En zonas de actividad tectónica,
 ECOticias.
Científicos del Instituto Andaluz de Geofísica, del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) y de las Universidades de Alaska Fairbanks, Granada y Almería han publicado recientemente los resultados de un estudio sobre la evolución espacial y temporal del 'parámetro sísmico b' --o ley de escala Guttenber-Richter-- de la serie sísmica asociada a la reciente erupción submarina de El Hierro, que tuvo su inicio el pasado 12 de octubre de 2011.
   El 'parámetro b' es la pendiente de la conocida ecuación formulada por Richter en 1958 y que relaciona la frecuencia con la magnitud de los terremotos. En zonas de actividad tectónica, el valor de b es casi siempre cercano a 1.0; sin embargo, en áreas volcánicas, los valores de b son mayores, llegando incluso a 2.5.
   En este trabajo científico publicado recientemente por la revista 'Geophysical Journal International' y que edita la Real Sociedad Astronómica de Londres, se ha agrupado la secuencia sísmica registrada durante la crisis sismo-volcánica de El Hierro en tres fases distintas, las cuales corresponden a clusters geográficos bien separados y de distintos regímenes sísmicos. El valor medio estimado del 'parámetro b' durante toda la serie sísmica ha sido de 1.18, con una magnitud sísmica de 1,3 para todo el catálogo entre julio de 2011 y enero de 2012.
   Este trabajo de investigación destaca las grandes diferencias encontradas en el 'parámetro b' durante las fases inicial y final de la erupción submarina de El Hierro. Según Jesús Ibañez, catedrátrico de la Universidad de Granada y colaborador científico del Involcan, la actividad inicial pre-eruptiva estuvo caracterizada por valores de b cercanos a 2.25, mientras que en la fase tercera y final, este valor estuvo en torno a 1.25.
   Según este científico, el patrón temporal del valor b fue atípico, y esencialmente inverso a lo que se esperaba, sugiriendo que durante la primera fase los terremotos reflejaron la migración del magma desde zonas del manto superior a profundidades cercanas a la corteza oceánica.
   El área donde el magma intruyó inicialmente en la corteza fue una zona de transición caracterizada por una alta fracturación, lo que favoreció que los valores iniciales del 'parámetro b' fueran altos. Los terremotos de mayor magnitud registrados en la segunda fase parecen reflejar la relajación alrededor el reservorio de magma que alimentó la erupción, dando lugar por lo tanto a valores de b menores.

ACCIÓN DE LA DEBILIDAD ESTRUCTURAL

   En este trabajo se interpreta que la casi ausencia de sismicidad superficial por encima de los 8 km días antes del comienzo de la erupción submarina el 12 de octubre de 2011 fue resultado del ascenso asísmico del magma por zonas de debilidad estructural. Las etapas posteriores de actividad volcánica se caracterizaron por una sismicidad más profunda y menor número de terremotos aunque de mayor magnitud.
   Esta fase parece haber representado la relajación de la roca encajante alrededor del reservorio magmático que alimentó la erupción. Estos resultados reflejan y confirman la importancia de este tipo de estudios para mejorar el conocimiento de la dinámica eruptiva en Canarias y más concretamente de la erupción submarina del Hierro.

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