El 'parámetro
b' es la pendiente de la conocida ecuación formulada por Richter en 1958
y que relaciona la frecuencia con la magnitud de los terremotos. En
zonas de actividad tectónica,
ECOticias.
Científicos del Instituto Andaluz de Geofísica, del Instituto
Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) y de las Universidades de
Alaska Fairbanks, Granada y Almería han publicado recientemente los
resultados de un estudio sobre la evolución espacial y temporal del
'parámetro sísmico b' --o ley de escala Guttenber-Richter-- de la serie
sísmica asociada a la reciente erupción submarina de El Hierro, que tuvo
su inicio el pasado 12 de octubre de 2011.
El 'parámetro b' es la pendiente de la conocida ecuación formulada
por Richter en 1958 y que relaciona la frecuencia con la magnitud de
los terremotos. En zonas de actividad tectónica, el valor de b es casi
siempre cercano a 1.0; sin embargo, en áreas volcánicas, los valores de b
son mayores, llegando incluso a 2.5.
En este trabajo científico publicado recientemente por la revista
'Geophysical Journal International' y que edita la Real Sociedad
Astronómica de Londres, se ha agrupado la secuencia sísmica registrada
durante la crisis sismo-volcánica de El Hierro en tres fases distintas,
las cuales corresponden a clusters geográficos bien separados y de
distintos regímenes sísmicos. El valor medio estimado del 'parámetro b'
durante toda la serie sísmica ha sido de 1.18, con una magnitud sísmica
de 1,3 para todo el catálogo entre julio de 2011 y enero de 2012.
Este trabajo de investigación destaca las grandes diferencias
encontradas en el 'parámetro b' durante las fases inicial y final de la
erupción submarina de El Hierro. Según Jesús Ibañez, catedrátrico de la
Universidad de Granada y colaborador científico del Involcan, la
actividad inicial pre-eruptiva estuvo caracterizada por valores de b
cercanos a 2.25, mientras que en la fase tercera y final, este valor
estuvo en torno a 1.25.
Según este científico, el patrón temporal del valor b fue atípico,
y esencialmente inverso a lo que se esperaba, sugiriendo que durante la
primera fase los terremotos reflejaron la migración del magma desde
zonas del manto superior a profundidades cercanas a la corteza oceánica.
El área donde el magma intruyó inicialmente en la corteza fue una
zona de transición caracterizada por una alta fracturación, lo que
favoreció que los valores iniciales del 'parámetro b' fueran altos. Los
terremotos de mayor magnitud registrados en la segunda fase parecen
reflejar la relajación alrededor el reservorio de magma que alimentó la
erupción, dando lugar por lo tanto a valores de b menores.
ACCIÓN DE LA DEBILIDAD ESTRUCTURAL
En este trabajo se interpreta que la casi ausencia de sismicidad
superficial por encima de los 8 km días antes del comienzo de la
erupción submarina el 12 de octubre de 2011 fue resultado del ascenso
asísmico del magma por zonas de debilidad estructural. Las etapas
posteriores de actividad volcánica se caracterizaron por una sismicidad
más profunda y menor número de terremotos aunque de mayor magnitud.
Esta fase parece haber representado la relajación de la roca
encajante alrededor del reservorio magmático que alimentó la erupción.
Estos resultados reflejan y confirman la importancia de este tipo de
estudios para mejorar el conocimiento de la dinámica eruptiva en
Canarias y más concretamente de la erupción submarina del Hierro.
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