miércoles, 15 de agosto de 2012

El Pantanal brasileño se instala en el corazón de Europa occidental

Adelheid vive en Suiza, a más de 9.000 kilómetros de Cuiabá, la capital del Estado brasileño de Mato Grosso. Tiene siete años y quiere ser bióloga. Acaba de descubrir que su hámster tiene un primo lejano gigante que se llama capibara y que vive en el Pantanal, y no lo ha hecho yendo de vacaciones con sus padres a Brasil, sino visitando el zoo de Zúrich.

El Pantanal, literalmente pantano, es una zona de 230.000 kilómetros cuadrados (seis veces el tamaño de Suiza), localizada en Brasil y que llega hasta las fronteras vecinas de Paraguay y Bolivia.
Declarado zona protegida, es Patrimonio Mundial de la Unesco y desde este verano es posible acercarse a él sin salir de Europa.
A sólo 95 metros de altitud, gran parte de la superficie del Pantanal se inunda durante la época de lluvias (de noviembre a marzo). El río Paraguay atraviesa 600 kilómetros de su superficie con un desnivel de 30 metros, por lo que el agua fluye muy lentamente y contribuye a nutrir el terreno.
Estas características naturales excepcionales hacen del Pantanal una de las regiones del mundo más ricas en fauna y flora: 2.000 especies de plantas autóctonas distintas; 100 especies de mamíferos; 250 especies de peces; o 700 especies de pájaros.
Una diversidad mayor que la de toda Europa, algo que no pasó desapercibido para la dirección del zoo de Zúrich.
"El zoo está organizado por áreas geográficas. No teníamos Sudamérica, y de Sudamérica lo más característico es el Pantanal. Además, queríamos hacer un espacio con mucha agua, y el Pantanal es perfecto para ello", explica a Efe Samuel Furrer, el responsable del área.
Los capibara son los roedores más grandes del mundo, del tamaño de un perro medio (las crías) o de un cerdo (los adultos).
Son los más fotografiados, porque es un animal poco habitual y por tanto, muy poco conocido por los visitantes; porque es de especial atracción para los niños, que se sorprenden con su tamaño; y porque, simplemente, son de movimientos lentos.
"En la cabaña que les sirve de refugio, el suelo cuenta con una losa que se calienta, por lo que en invierno pueden echarse en la paja y sentir el calor", dice Furrer.
Los capibaras son "vecinos" de una pareja de tapires, que pertenecen al mismo orden que los caballos, y se parecen un poco a los rinocerontes, que son sus parientes vivos más cercanos.
Miden entre 1,8 y 2,5 metros de longitud y tienen un característico largo hocico.
Todos los animales han sido obtenidos gracias a acuerdos de intercambio con otros zoos, dado que los animales del Pantanal están protegidos.
"Obtener animales que hayan nacido propiamente en el Pantanal es casi imposible -recuerda el responsable de este zoo suizo-. Es un área protegida, las especies deben protegerse, y muchos de ellos están en peligro de extinción".
Una de las especies que está en la lista de animales en extinción y que es uno de los símbolos del Pantanal es el arara jacinto, el loro más grande del mundo, característico por su color azul e inmortalizado en la película de dibujos animados "Rio", que denuncia la caza y exportación ilegal de estas aves.
Para concienciar de la necesidad de evitar este comercio ilícito e ilegal entre sus visitantes, el zoo ha reproducido un coche patrulla y un cuartel de la Policía Militar Ambiental de Brasil.
Al lado del coche hay dos jaulas, y en el interior de éstas una reproducción de una pareja de araras cazados ilegalmente y, afortunadamente, recuperados por los guardias.
El cuartel está perfectamente reconstruido: hamacas, carteles, refrescos, medicamentos, ficha de turnos, radiofrecuencia y un sinfín de utensilios originarios de Brasil que dan mucha autenticidad al lugar.
Asimismo, hay carteles que alertan contra la caza ilegal y un mapamundi que muestra la ruta que siguen los animales robados del Pantanal, que tras pasar por Cuibá o Río Grande (capital de Mato Grosso do Sul) van a Sao Paulo o Río de Janeiro para posteriormente recalar en Europa o Estados Unidos.
Según cifras oficiales, en Brasil 38 millones de animales salvajes son capturados cada año, la gran mayoría en el Pantanal y en la Amazonía.
Uno de los principales problemas para el control del Pantanal es que la mayor parte de su territorio es de propiedad privada y que no menos de 400 bandas criminales lo acechan.
Otro de los animales en peligro de extinción son los monos saïmiris comunes, de los cuales el zoo cuenta con dos decenas, que comparten lianas con los monos capuchinos de pecho amarillo.
La lista de animales del Pantanal presentes en este zoo se completa con tres osos hormigueros que disfrutan con una colonia de termitas puesta a su disposición, y con una pareja de araras chloroptera (rojos); dos camichis de cuello; un par de cisnes de cuello negro y siete tortugas carboneras, que pasan el invierno en un recinto en el interior. EFE

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