La escasez de
lluvias y las altas temperaturas que han caracterizado estos meses de
verano están detrás de la ausencia de codornices que los cazadores han
empezado a notar una vez abierta la media veda, especialmente en
Castilla y León, donde el número de capturas se ha reducido un 90 por
ciento.
Según ha señalado a Efe el director general de la Fundación
para el Estudio y la Defensa de la Naturaleza y la Caza (FEDENCA), José
Luis Garrido, este año se presenta "totalmente atípico" en cuanto al
número de codornices.
"Yo llevo cazando este tipo de aves desde
hace más de 50 años y éste es el primero que no he visto todavía ninguna
codorniz", ha subrayado.
La media veda, que permite la caza de
ciertas especies como la codorniz, la tórtola común o la paloma torcaz,
permanece abierta en la mayoría de las provincias españolas desde
mediados del mes de agosto, si bien este año los cazadores han alertado
de la escasez de codornices en regiones como Castilla y León o
Castilla-La Mancha.
Para Garrido, este hecho de debe a la escasez
de lluvias en primavera y verano, y a las altas temperaturas que se han
registrado en los últimos meses en las zonas tradicionalmente elegidas
por este tipo de aves durante su estancia en la Península.
Las
codornices, la mayoría procedentes del norte de África, entran en España
todos los años atravesando el Estrecho de Gibraltar entre los meses de
marzo y junio. En lugares como Valladolid es normal detectar algunos
ejemplares a partir de mediados de abril.
En función de cómo se
encuentren el campo, las codornices optan por quedarse o seguir su
camino hacia el norte. "En años como éste, escasos de lluvias, el campo
se encontraba en abril demasiado seco y las codornices siguieron
avanzando hasta pasar los Pirineos", ha indicado el director general de
FEDENCA.
Otra de las causas que ha apuntado Garrido para explicar
este fenómeno son las prácticas agrícolas actuales que permiten cosechar
mucho más rápido los cereales. Así, a principios de julio los campos
están ya segados y no queda paja en la que las codornices puedan
refugiarse.
En Castilla y León, donde anualmente se capturan unos
500.000 ejemplares -entre el 50 y el 75 por ciento de todas las
codornices que se cazan en el país-, la reducción de estos ejemplares ha
sido notable.
"En años anteriores un cazador abatía una media de
20 ejemplares en un día, mientras que ahora no superan los 4 o 5 en
algunas zonas de Burgos e incluso cuesta capturar un único ejemplar en
la provincia de Valladolid", ha explicado.
Así, si en los últimos
11 años se había capturado una media de 1.326.000 codornices al año,
Garrido ha estimado que, de seguir esta tendencia, esta temporada la
cifra se verá reducida un 75 por ciento.
En Castilla y León, que
se encuentra en la segunda semana de caza, las capturas de codornices se
han reducido un 90 por ciento con respecto a la media de los últimos 11
años, ha destacado.
"La codorniz es una especie que explota el
territorio y nunca está en terreno hostil y ahora mismo Castilla y León
es un territorio muy hostil", ha afirmado el director de FEDENCA. EFE
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