domingo, 26 de agosto de 2012

La falta de lluvias y el calor, detrás de la ausencia de codornices para caza

La escasez de lluvias y las altas temperaturas que han caracterizado estos meses de verano están detrás de la ausencia de codornices que los cazadores han empezado a notar una vez abierta la media veda, especialmente en Castilla y León, donde el número de capturas se ha reducido un 90 por ciento.

Según ha señalado a Efe el director general de la Fundación para el Estudio y la Defensa de la Naturaleza y la Caza (FEDENCA), José Luis Garrido, este año se presenta "totalmente atípico" en cuanto al número de codornices.
"Yo llevo cazando este tipo de aves desde hace más de 50 años y éste es el primero que no he visto todavía ninguna codorniz", ha subrayado.
La media veda, que permite la caza de ciertas especies como la codorniz, la tórtola común o la paloma torcaz, permanece abierta en la mayoría de las provincias españolas desde mediados del mes de agosto, si bien este año los cazadores han alertado de la escasez de codornices en regiones como Castilla y León o Castilla-La Mancha.
Para Garrido, este hecho de debe a la escasez de lluvias en primavera y verano, y a las altas temperaturas que se han registrado en los últimos meses en las zonas tradicionalmente elegidas por este tipo de aves durante su estancia en la Península.
Las codornices, la mayoría procedentes del norte de África, entran en España todos los años atravesando el Estrecho de Gibraltar entre los meses de marzo y junio. En lugares como Valladolid es normal detectar algunos ejemplares a partir de mediados de abril.
En función de cómo se encuentren el campo, las codornices optan por quedarse o seguir su camino hacia el norte. "En años como éste, escasos de lluvias, el campo se encontraba en abril demasiado seco y las codornices siguieron avanzando hasta pasar los Pirineos", ha indicado el director general de FEDENCA.
Otra de las causas que ha apuntado Garrido para explicar este fenómeno son las prácticas agrícolas actuales que permiten cosechar mucho más rápido los cereales. Así, a principios de julio los campos están ya segados y no queda paja en la que las codornices puedan refugiarse.
En Castilla y León, donde anualmente se capturan unos 500.000 ejemplares -entre el 50 y el 75 por ciento de todas las codornices que se cazan en el país-, la reducción de estos ejemplares ha sido notable.
"En años anteriores un cazador abatía una media de 20 ejemplares en un día, mientras que ahora no superan los 4 o 5 en algunas zonas de Burgos e incluso cuesta capturar un único ejemplar en la provincia de Valladolid", ha explicado.
Así, si en los últimos 11 años se había capturado una media de 1.326.000 codornices al año, Garrido ha estimado que, de seguir esta tendencia, esta temporada la cifra se verá reducida un 75 por ciento.
En Castilla y León, que se encuentra en la segunda semana de caza, las capturas de codornices se han reducido un 90 por ciento con respecto a la media de los últimos 11 años, ha destacado.
"La codorniz es una especie que explota el territorio y nunca está en terreno hostil y ahora mismo Castilla y León es un territorio muy hostil", ha afirmado el director de FEDENCA. EFE

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