La reducción de la deforestación de la Amazonía brasileña desde 2004 tuvo como consecuencia una caída del 57 por ciento en la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera, según ha anunciado el estatal Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE).
De acuerdo con el organismo, el dato implica que la
deforestación de la selva amazónica representa cerca de un 1,5 por
ciento de todo el carbono antrópico lanzado a escala mundial a la
atmósfera.
Los datos corresponden a un nuevo servicio lanzado por
la institución, que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación, según un comunicado.
Este servicio genera resultados a
partir de los datos producidos por un sistema de análisis de satélites
del INPE, que calcula el volumen de vegetación primaria que la Amazonía
pierde anualmente.
"En esta versión inicial, el sistema ofrece
estimaciones anuales de toda la Amazonía brasileña y por estados hasta
2011. Además presenta indicadores para seguir las reducciones de
emisiones después de 2006 tomando como base la media de deforestación de
1996-2005", explicó la investigadora Ana Paula Aguiar, citada en la
nota.
El servicio servirá para cuantificar el impacto de la
pérdida vegetación en el balance global de gases en la atmósfera, así
como para evaluar el resultado de las acciones para reducir emisiones.
Casi
la mitad de la biomasa forestal está compuesta por carbono, que se
libera en forma de CO2 durante las quemas de rastrojos, deforestación y
otras alteraciones de la naturaleza.
Según el INPE, la velocidad
de la transferencia de CO2 a la atmósfera está relacionada con la
explotación maderera, el establecimiento de pastos y la agricultura
mecanizada a amplia escala, entre otros factores. EFE
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