lunes, 6 de agosto de 2012

La sobrasada ecológica, un producto tradicional cada vez más demandado

"Ecológico", un término muy relacionado con la vida sana, la huerta y la buena alimentación, también abarca un producto aparentemente alejado de estos criterios: la sobrasada.


Aunque ahora se llama "sobrasada ecológica" y debe cumplir ciertos criterios para así ser denominada, no es más que el embutido fabricado al modo más tradicional, igual que un siglo atrás.
La normativa controla, desde el nacimiento del cerdo hasta que el producto llega a manos del consumidor, señala la directora técnica del organismo encargado del control y certificación de los productos ecológicos en el archipiélago mediterráneo, Aina Calafat, del Consell Balear de Producción Agraria Ecológica.
Los reglamentos 834/2007 y 889/2008 son los encargados de regular todo el proceso que engloba este producto; éstos no sólo recogen las pautas relacionadas con el ganado, sino también las condiciones que debe cumplir la granja, afirmó la directiva y resumió los requisitos.
En este sentido, no se pueden usar productos químicos de síntesis, además de que el abono orgánico deberá cumplir con un límite de contenido de nitrógeno para evitar que los acuíferos se contaminen.
La normativa 
La normativa ecológica asegura unas dimensiones mínimas por animal, así como el acceso al pasto y la no aplicación de antibióticos ni tratamientos de forma sistemática.
Además del uso aditivos y conservantes no naturales, también están prohibidas técnicas y sustancias químicas que puedan comprometer al medio ambiente o dañar el producto final, sentenció Calafat.
La técnica agregó que la normativa también se centra en las fases de elaboración, posteriores a la muerte del animal, como el procesado, gestión de residuos y hasta los productos de limpieza a usar.
No obstante, los reglamentos no abarcan el tema del transporte, ni en la huella de carbono, aunque sí ahondan en eficiencia energética.
Trigo, cebada y guisantes
Toni Noguera, mallorquín productor de sobrasada ecológica, cuenta con un piara de más de cien cerdos, en unas 300 hectáreas repartidas en varias fincas.
Él mismo se encarga de todo el ciclo, desde la elaboración del alimento de los cerdos -a base de trigo, cebada y guisantes- hasta su venta al consumidor.
Aunque sólo lleva cuatro años en el negocio de la sobrasada ecológica, Noguera ya ha visto aumentar la demanda del producto, "quien la prueba, siempre repite". 
Menos cantidad y más calidad
"Hoy día, se vende sobrasada muy mala y la gente está cansada de que la engañen", afirma el productor y explica que a pesar de tener un coste más elevado que la convencional, "el público prefiere menor cantidad, de más calidad".
"Hemos conseguido que Sanidad nos deje sacar la carne en caliente", apunta Noguera como un logro, porque hasta ahora, la carne no podía salir del matadero hasta pasar 24 horas de la muerte del animal, condición que empeoraría la calidad de la sobrasada.
Aunque la mayoría de consumidores de los productos de Noguera son mallorquines, Marga Roldán, ingeniera agrónoma y técnica de la Asociación Vida Sana, ente que participa en la organización de las ferias BioCultura, también ha percibido una demanda incipiente de este producto en pasadas ediciones del evento.
En tal caso, era un ganadero andaluz, el que ofrecía el producto en dichas ferias. EFEverde

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