Un estudio
liderado por científicos del CREAF, del CSIC y de la Universidad
Autónoma de Barcelona (UAB) ha descifrado las características del ciclo
vital de las especies animales que se convierten en especies invasoras
de éxito.
ECOticias.
Las especies invasoras que consiguen colonizar con éxito un
nuevo territorio dedican más tiempo a conocer el nuevo entorno y son
capaces de adaptar su comportamiento a las nuevas condiciones. Se
ha demostrado que el proceso de invasión no depende tanto como se creía
de que la especie tenga una gran capacidad reproductiva. Las buenas
invasoras reparten los eventos reproductivos en varios intentos poco
productivos.
Un estudio liderado por científicos del CREAF, del CSIC y de la Universidad Autónoma de Barcelona
(UAB) ha descifrado las características del ciclo vital de las especies
animales que se convierten en especies invasoras de éxito. El estudio,
publicado en el último número de Science, demuestra por
primera vez que el proceso de invasión no depende tanto como se creía de
la capacidad reproductiva de la especie, sino que, en la mayoría de los
casos, influyen más características relacionadas con el estilo de vida y
el comportamiento de la especie en el nuevo hábitat. Tal y como afirma Daniel Sol, el primer autor del artículo e investigador del CREAF: "La
capacidad de exploración del nuevo territorio, el reparto de episodios
reproductivos, el tamaño de las nidadas o el talento para ajustar el
comportamiento a las nuevas condiciones del entorno, son factores
determinantes que asegurarán el éxito de una especie invasora”.
El estudio aborda esta cuestión analizando todos estos factores en
especies de aves invasoras. Para ello, se recopiló información histórica
de introducciones deliberadas o accidentales de aves en diferentes
regiones del planeta. De las 2.760 introducciones de especies
analizadas, un 47% se habían establecido con éxito. Las aves son un buen
modelo para estudiar las invasiones biológicas, dado que se han
introducido muchas especies en todo el mundo, muchas de las cuales se
han convertido en invasoras. Esto hace que dispongamos de información de
buena calidad tanto sobre las circunstancias de las introducciones y su
resultado actual, como sobre las características biológicas y
ecológicas de las especies introducidas. Asimismo, los pájaros invasores
son también responsables de una variedad de impactos ecológicos y
económicos muy importantes.
Conocer el nuevo entorno, ajustar el comportamiento y
repartir los episodios reproductivos son las claves para ser un buen
invasor
En la mayoría de estas introducciones analizadas a través de modelos
estadísticos, se han comprobado unos patrones similares: las especies
exóticas que se establecían con éxito no tenían una tasa de reproducción
muy elevada, sino que repartían los eventos de reproducción en más
intentos en lugar de apostar por pocos intentos muy productivos.
Como afirma el Dr. Sol, "Si una invasora que llega a un nuevo
territorio se dedica a explorar, y deja para más adelante la
reproducción, en un cierto tiempo habrá localizado las principales
fuentes de recursos (agua y comida), los enemigos más habituales y los
demás peligros del entorno. Toda esta información del ambiente le
permitirá ajustar su comportamiento, mejorar el rendimiento de
explotación de los recursos y evitar a los enemigos. En definitiva, le
proporcionará una mayor esperanza de vida y le permitirá decidir cuál es
el mejor momento para tener descendencia. Así, aunque esté retrasando
el hecho de dejar descendencia, cuando ésta llegue, tendrá muchas más
garantías de supervivencia”.
Una gran capacidad de reproducción no asegura el éxito de invasión
Hasta ahora, la hipótesis más generalizada afirmaba que las invasoras
de mayor éxito se reproducían rápidamente y en grandes cantidades una
vez llegaban al nuevo ambiente. Se creía que al aumentar el número
inicial de individuos, la especie tenía más posibilidades de escapar de
los peligros que amenazan las poblaciones pequeñas y de poder
desarrollar así una población persistente. Sin embargo, este artículo
demuestra que, aunque el crecimiento demográfico rápido puede ser
ventajoso en determinadas circunstancias, de forma general las invasoras
de éxito se caracterizan por tener un ciclo vital en el que el tiempo
para reproducirse es flexible.
De hecho, los autores demuestran que reproducirse muy rápido puede
ser a priori favorable, pero que esta capacidad en seguida se ve
contrarrestada. Una especie que sólo se reproduce es muy vulnerable
porque no puede dedicar tiempo a conocer el nuevo entorno y buscar
estrategias para adaptarse a las nuevas amenazas. Así pues, el estudio
no invalida esta hipótesis sino que sugiere que el hecho de aumentar la
población de forma muy rápida sólo es ventajoso cuando la población
inicial es muy pequeña y cuando los nuevos ambientes no son muy
peligrosos. "Una capacidad de reproducción elevada puede ser
ventajosa para los organismos que tienen menos aptitudes que las aves
para explorar el medio ambiente y para desarrollar respuestas de
comportamiento a los nuevos retos", concreta el Dr.Sol.
Es muy útil poder predecir el éxito de las especies invasoras
Se ha demostrado que la erradicación y el control de las especies
invasoras, una vez establecidas, es extremadamente costoso. Por lo
tanto, la mejor solución es la prevención de las invasiones. En este
sentido, lograr predecir qué especies tienen un riesgo potencial de ser
invasoras de éxito y distinguirlas de las especies que pueden ser más
inocuas sería muy útil para desarrollar políticas de importación y venta
de especies exóticas, así como para diseñar sistemas de detección y
erradicación temprana de las especies particularmente problemáticas.
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