sábado, 25 de agosto de 2012

Maduran las primeras sandías amarillas, conocidas como "la viagra salmantina"

Los agricultores salmantinos recogen estos días las primeras sandías amarillas maduras, que se dan, especialmente, en las comarcas de Ciudad Rodrigo y Vitigudino, donde algunos ya las denominan como "la viagra salmantina" por eso de que es un buen vasodilatador.

Se trata de un fruto un tanto misterioso, ya que, científicamente, la sandía amarilla no es ninguna variedad frutal, sino que es una transformación de la sandía común, cuya pulpa, en vez de ser roja, se convierte en amarilla por la acción de los carotenoides, unos pigmentos vegetales naturales que dan el color amarillo al fruto mediante el proceso de la fotosíntesis.
Diferentes estudios, sobre todo algunos realizados por la Universidad de Texas y por investigadores agrarios de Oklahoma, avalan que la sandía amarilla es la fruta (un 60% más que la sandía roja) que más citrulina (aminoácido vasodilatador) natural tiene.

Nace de forma aleatoria

De ahí que sea tan preciada y tan buscada, ya que este fruto nace de forma aleatoria, debido a que se pueden sembrar pipas de sandías rojas y por la acción natural volverse amarillas.
En zonas de la comarca de Vitigudino, en pueblos de la frontera salmantina y en puntos de la Sierra de Francia, algunos de los agricultores guardan con celo, de un año para otro, las pipas de las sandías amarillas, para que al año siguiente les vuelvan a salir del mismo color.
Además de sus buenas dotes medicinales (buena para la hipertensión, previene la degeneración de la mácula o mejora el funcionamiento del sistema inmunitario), la sandía amarilla también es muy preciada por su sabor, ya que, por lo general, es más dulce que la otra.

Leyenda

La leyenda entre los agricultores de los pueblos dice que las sandías que nacen de color amarillo se debe a la polinización, otros lo explican por las propiedades del terreno e, incluso, algunos aseguran que se trata de un híbrido entre la calabaza y la sandía.
Sin embargo, la única explicación científica en la acción de los carotenoides.
Este fruto tan variopinto también es conocido, en función de los pueblos salmantinos, como "Graciosa", "Melchora" o, incluso, algunos la llaman "Paitilia".
En el pueblo de Cepeda, en la Sierra de Francia, donde se ha creado un semillero de variedades autóctonas también guardan con celo algunas pipas de sandía amarilla, para que no se lleguen a perder.
Desde este centro, denominado ZAHOZ, comercializan, entre otras semillas, las pipas de las sandías amarillas para todos los agricultores que las quieran sembrar en sus huertos, con el fin de que no desaparezcan. EFE

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