sábado, 25 de agosto de 2012

Miles de personas, desplazadas de nuevo por la presa 3 Gargantas

China trasladó a 1,3 millones de personas durante los 17 años que tardó en completar la presa de las Tres Gargantas. Incluso después de terminar el proyecto de 59.000 millones de dólares (unos 40.230 millones de euros) el mes pasado, la amenaza de desprendimientos de tierra a lo largo de los bancos de la presa obligará a decenas de miles de personas a trasladarse de nuevo. En la imagen, barcos en el río Yangtsé en Badong, a 100 kilómetros de la presa de las Tres Gargantas en la provincia de Hubei, el 7 de agosto de 2012. REUTERS/Carlos BarriaChina trasladó a 1,3 millones de personas durante los 17 años que tardó en completar la presa de las Tres Gargantas. Incluso después de terminar el proyecto de 59.000 millones de dólares (unos 40.230 millones de euros) el mes pasado, la amenaza de desprendimientos de tierra a lo largo de los bancos de la presa obligará a decenas de miles de personas a trasladarse de nuevo.
Es un recordatorio de los retos sociales y ecológicos que han afectado al mayor proyecto hidroeléctrico del mundo. Aunque ha habido escasas protestas entre los residentes que tendrán que ser realojados por segunda vez, las consecuencias medioambientales respecto a otras grandes inversiones en China se han convertido en un tema candente antes de la transición de liderazgo que tendrá lugar este año.
En algunos casos, las protestas han obligado al desguace de proyectos multimillonarios. El más reciente fue el pasado 28 de julio, cuando funcionarios chinos cancelaron una tubería de distribución de residuos industriales después de que manifestantes anticontaminación ocuparan una oficina del Gobierno en la ciudad de Qidong, destruyendo equipos informáticos y volcando coches.
"Si el Gobierno te dice que te tienes que trasladar, te trasladas", dijo Shuai Linxiang, una mujer de 57 años entre los 20.000 realojados de Huangtupo, donde fueron reasentados en 1998. "No te puedes oponer".
La presa de las Tres Gargantas se terminó en julio cuando la última turbina se unió a la red eléctrica y la instalación alcanzó su plena capacidad de 22,5 gigawatios, más de lo suficiente para alimentar a Pakistán o Suiza.
A medida que la presa se estaba construyendo en el río Yangtsé, en el centro de la provincia de Hubei, las autoridades movilizaron a 1,3 millones de personas que vivían en lo que se convirtió en su reserva de 1.045 km, un área más grande que Singapur.
Reuters hizo recientemente una visita a la presa de 181 metros de altura y la reserva. Como muestra de lo sensible que son los traslados, miembros de seguridad vestidos de paisano y personas que se identificaron así mismos como miembros del "departamento de noticias" siguieron a los periodistas de Reuters por la zona durante los tres días, dificultando las entrevistas intimidando a los lugareños con su presencia.
Desde que se filtrara el nuevo reasentamiento, Shuai y sus vecinos son conocidos en China como "los inmigrantes de las Tres Gargantas, una vez más".
Fueron trasladados a Huangtupo a finales de la década de los 90 y a principios de los años 2000, cuando el embalse comenzó a invadir la ciudad original.
Además de las 20.000 personas en Huangtupo, otras 100.000 podrían ser trasladadas en los próximos tres a cinco años por riesgos geológicos, dijo en abril Liu Yuan, responsable del Ministerio de Tierra y Recursos en Pekín, según un comunicado oficial de la radio nacional china.
El número de "riesgos geológicos" había aumentado un 70 por ciento desde que los niveles del agua en el embalse alcanzaron un máximo de 175 metros, dijo, sin dar más detalles, aunque se cree que se refiere a desprendimientos de tierras. Liu no pudo ser localizado para hacer comentarios.
Los desprendimientos de tierra en Huangtupo se vieron agravados por los cambios en los niveles de agua en el embalse, dijo Fan Xiao, un geólogo del instituto vinculado al Gobierno en la provincia de Sichuan, que estudió la situación en 2006.
Los funcionarios de la presa bajaron los niveles de agua hasta 30 metros durante el verano para anticiparse a las inundaciones, y lo aumentaron en invierno. El cambio suaviza las laderas a lo largo de sus orillas, dijo Fan.
"Es como una persona que está de pie, si le empujas y tiras de él, no estará tan estable como antes", dijo.
Para los cientos de miles de personas que viven en las orillas, los desprendimientos de tierra pueden destrozar sus hogares. El Gobierno no ha dado las últimas estadísticas de muertes por desprendimientos de tierra pero al menos 48 personas murieron en 2007 en la zona, según medios estatales.
Los responsables de las Tres Gargantas defienden las instalaciones y dicen que ha contribuido al desarrollo de una región pobre.
Wang Hai, diputado del departamento de operaciones en el complejo, dijo que la presa no aumentó el riesgo de desprendimiento de tierra que añadió no es usual en las orillas de la reserva.
"La estabilidad en las orillas no es peor que antes", dijo a Reuters en una entrevista.
También se ha criticado a la presa por sus aguas contaminadas. Cientos de fábricas, minas y vertederos de residuos se vieron sumergidos durante años y el crecimiento urbano adicional a lo largo de la reserva ha provocado el doble de descargas de aguas residuales entre 2000 y 2005, según International Rivers, una ONG con sede en California cuyo objetivo es la protección de los ríos.
Una isla de residuos flotaba en las aguas marrones de la presa cuando Reuters la visitó.
"Después de que se construyese la presa de las Tres Gargantas, el deterioro de la calidad del agua es obvio y además, irreversible", dijo Ai Nanshan, profesor de ciencias ambientales en la Universidad de Sichuan. "El flujo del agua se ha reducido, por lo que su capacidad de purificarse se ha deteriorado".
La presa ha acelerado el desarrollo de la reserva entre 50 y 100 años, dijo Chen Lei, otro responsable del departamento de operaciones de las Tres Gargantas.

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