Según ha
informado el autor principal de esta investigación, Christopher Brigham,
la 'Ralstonia Eutropha', cuando deja de crecer "utiliza toda su energía
en la fabricación de compuestos complejos de carbono".
ECOticias.
El Instituo Tecnologico de Massachusetts (MIT) ha manipulado los
genes de la bacteria 'Ralstonia Eutropha' para lograr que fabrique
combustible. En concreto, un tipo de alcohol llamado isobutanol, que
puede sustituir a la gasolina o mezclarse con ella.
Según ha informado el autor principal de esta investigación,
Christopher Brigham, la 'Ralstonia Eutropha', cuando deja de crecer
"utiliza toda su energía en la fabricación de compuestos complejos de
carbono". Según Brigham, en el estado natural del microbio, cuando su
fuente de nutrientes esenciales --nitrato o fosfato-- está restringida y
detecta que los recursos son limitados, entra en el 'modo de
almacenamiento de carbono' para su uso posterior.
"Lo que hace es tomar cualquier carbono disponible, y lo almacena
en forma de un polímero, que es similar en sus propiedades a una gran
cantidad de plásticos derivados del petróleo", ha señalado. Con la
anulación de unos pocos genes y la inserción de un gen de otro organismo
Brigham y sus colegas han sido capaces de redirigir la capacidad
natural del microbio para producir combustible en lugar de plástico.
La intención tras la manipulación genética es conseguir "que el
organismo de la bacteria utilice una corriente de dióxido de carbono
como fuente de carbono, de manera que pueda fabricar combustible", ha
apuntado en investigador en el estudio publicado en 'Applied
Microbiology and Biotechnology'.
Así, el equipo ha centrado su trabajo en conseguir que la bacteria
utilice el CO2 como fuente de carbono. Además, la investigación destaca
que, con modificaciones ligeramente diferentes del mismo microbio, se
podría también convertir casi cualquier fuente de carbono, incluidos los
desperdicios agrícolas o desechos municipales, en combustible útil.
AUMENTAR LA VELOCIDAD DE PRODUCCIÓN
"El equipo ha demostrado que, en cultivo continuo, se puede
obtener cantidades importantes de isobutanol," ha apuntado Brigham,
quien ha apuntado que, ahora, los investigadores tienen como objetivo la
optimización del sistema para aumentar la velocidad de producción y el
diseño de biorreactores para escalar el proceso a niveles industriales.
Además, ha destacado que, "a diferencia de algunos sistemas de
bioingeniería en que los microbios producen un producto químico deseado
dentro de sus cuerpos pero deben morir para recuperar el producto, la
'Ralstonia Eutropha' expulsa naturalmente el isobutanol en el fluido
circundante sin parar el proceso de producción".
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