La presidencia de turno de la UE que ejerce este semestre Irlanda advirtió este miércoles de que Bruselas y los países miembros de la Unión Europea no pueden "ignorar" la importancia que tiene para la economía y la competitividad del bloque el "fracking", la polémica fracturación hidráulica.
Se trata de no "perder comba" con Estados Unidos, aseguró hoy
el ministro irlandés de Comunicaciones, Energía y Recursos Naturales,
Pat Rabbitte, al término de una reunión informal de ministros
comunitarios organizada por el Gobierno de Dublín.
Durante el
encuentro, destacó Rabbitte, los Veintisiete tuvieron la oportunidad de
mantener, por primera vez, "conversaciones sustanciales" sobre los
efectos que tiene el uso de los llamados combustibles "no
convencionales" sobre el suministro de energía, la competitividad y los
precios.
En particular, el ministro se refirió al "impacto
transformador" que está teniendo sobre el sector la extracción de gas de
esquisto en Estados Unidos, lo que provoca "consecuencias inevitables
para la competitividad de Europa".
El país norteamericano ha visto
en los últimos años incrementar notablemente su producción doméstica de
petróleo y gas gracias a nuevas técnicas como el "fracking", que
permite rescatar bolsas de ambos componentes que hasta ahora parecían
inaccesibles.
Con este procedimiento, que fractura la roca para
sacar los hidrocarburos contenidos en ella mediante la inyección de
grandes cantidades de agua y químicos, el gas no convencional ha pasado
de representar del 2 al 30 % del total del que produce EEUU en apenas
una década.
Europa no puede "esconder la cabeza"
Rabbitte
reconoció que esta tecnología está "creando dificultades" en algunos
países miembros por su posible impacto sobre "áreas muy pobladas", pero
aseguró que la Comisión Europea (CE) está "investigando".También dijo
que los países deben desarrollar "estudios propios" para abordar los
"miedos y preocupaciones" de la ciudadanía, aunque reiteró que, "dado su
impacto sobre la energía global", Europa no puede "esconder la cabeza e
ignorar las implicaciones".
Aunque aún se desconoce si los
depósitos de gas de esquisto en el continente europeo son
significativos, se aspira a emular a EEUU, donde se calcula que, al
ritmo de producción actual, los recursos recuperables pueden
proporcionar gas natural para abastecer al país durante cien años.
Una estrategia propia
Por su parte, el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, recordó hoy que las extracción de gas de esquisto está "transformado" los "mercados energéticos globales", motivo por el que insistió en la necesidad de desarrollar "una estrategia de gas" propia en la UE.
Por su parte, el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, recordó hoy que las extracción de gas de esquisto está "transformado" los "mercados energéticos globales", motivo por el que insistió en la necesidad de desarrollar "una estrategia de gas" propia en la UE.
Una estrategia, explicó,
encaminada a "europeizar" y "conjuntar" las "políticas medioambientales y
energéticas" de los Veintisiete.
Oettinger no se pronunció
respecto a la posibilidad de que el Ejecutivo comunitario redacte una
normativa específica respecto al "fracking", pero aludió a otras
normativas europeas actuales, como la de los acuíferos, que cubren
adecuadamente este área.
Similar opinión comparte el Parlamento
Europeo, después de que el pasado noviembre determinó que la decisión de
explotar el gas de esquisto depende de los países comunitarios, aunque
precisó que la normativa europea debe ser estricta con prácticas que
pueden causar daños al medio ambiente.
El controvertido "fracking"
consiste en inyectar agua, arena y compuestos químicos a gran presión
para causar fracturas en la roca y liberar el gas natural y el petróleo
que yace en ella, una técnica que ha sido objetivo de numerosas críticas
por sus potenciales daños ambientales y contaminación del agua.
EFEverde
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