miércoles, 31 de julio de 2013

Enterrar dióxido de carbono para eliminar la contaminación


Los gases de efecto invernadero representan la mayor fuente contaminación en la Tierra y son, además, una de las causas principales del cambio climático. La captura y almacenamiento de estas emisiones bajo tierra podría permitir que el cambio climático se mitigue. No obstante, los investigadores aún no han encontrado un método que tanto permanente y seguramente puede contener los gases.

Sin embargo, científicos del Laboratorio Nacional del Pacífico Noroeste (PNNL por sus siglas en inglés) creen haber encontrado una opción al inyectar dióxido de carbono (CO2),uno de los principales gases implicados en el calentamiento global, en flujos de basalto a 800 metros de profundidad para observar si se mantiene en este lugar.

El basalto es una roca ígnea volcánica que constituye una de las rocas más abundantes en la corteza terrestre e incluso puede encontrarse en las superficies de la Luna y de Marte, así como en algunos meteoritos.

Los investigadores del PNNL sugieren que, debido a que el basalto es poroso, va a ser capaz de retener el CO2 cuando se inserte en una forma líquida. Por otra parte, el basalto debe también iniciar una reacción química que en última instancia convierta la mezcla en piedra caliza, aunque el proceso podría llevar décadas, publicó Nature.

El PNNL tuvo éxito en la combinación de CO2 y basalto en el laboratorio, y sus investigadores están ahora a punto de salir para realizar pruebas de campo.

Por lo pronto, en una locación en el estado de Washington, los investigadores inyectaron mil toneladas de dióxiso de carbono a los flujos de basalto debajo de la tierra.

Por su parte, Pete McGrail, líder de la investigación, dijo que sus primeros estudios “demostraron de manera concluyente” que el basalto y el CO2 “reaccionan rápidamente” para formar minerales y roca sólida.

No obstante, los dictámenes científicos aún difieren sobre si el almacenamiento subterráneo de gases de efecto invernadero es una buena idea. Sin embargo, McGrail cree que se trata de un proceso natural. “Vamos a volver el dióxido de carbono de donde vino”, dijo.
De momento, para garantizar que el dióxido de carbono no se escape del basalto durante su primera etapa bajo tierra, se colocó encima de ella una capa de roca sólida a manera de sello.

Finalmente, durante los próximos 14 meses los investigadores extraerán muestras del basalto para comprobar la manera en la que el CO2 ha reaccionado durante su confinamiento bajo la superficie.

Hasta ahora las expectativas son optimistas y de acuerdo con un informe del Departamento de Energía de Estados Unidos constató que la Unión Americana y Canadá tienen la capacidad de contener bajo tierra emisiones de CO2 durante 900 años.

McGrail afirma que esto es sólo el primer paso de PNNL, pero también admite la urgencia de encontrar una solución a este tipo de emisiones dañinas, por lo que no descarta que si su equipo o cualquier otro grupo de investigadores pueden encontrar un método que funcione, este tiene que ser utilizado, sin duda, para cortar drásticamente el efecto invernadero que se liberan a la atmósfera.

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