El Grupo
Santander ha denegado la concesión de créditos a proyectos de la banca
mayorista de Brasil por incumplir exigencias sociales o ambientales, o
sea, no ajustados a las políticas de sostenibilidad de la entidad
financiera española.
Se trata de una iniciativa pionera puesta en marcha en este
país latinoamericano por la entidad que preside Emilio Botín. El
análisis de riesgo socio-ambiental se aplica cuando el crédito supera
los 500.000 euros.
"A veces se han rechazado clientes porque sus
proyectos no cumplían condiciones en el ámbito social o ambiental. Por
ejemplo suponían la destrucción de la Amazonia, talas ilegales...", ha
declarado a Efe Begoña Beneytez, directora de Medio Ambiente del
Santander.
Junto al análisis "riguroso" de este tipo de riesgos,
la entidad financiera centra sus actuaciones de sostenibilidad en el
control de la huella ambiental, la eficiencia energética, la lucha
contra el cambio climático (en 2011 creó una oficina de cambio
climático) y el desarrollo de oportunidades de negocio en el ámbito del
medio ambiente .
En este contexto, ha destacado, las soluciones
financieras que ofrece su grupo a clientes particulares y empresas:
desarrollo de energías renovables, leasing de paneles fotovoltaicos,
renting de coches híbridos, proyectos de carbono y seguros ante riesgos
climáticas.
En 2011, el grupo Santander obtuvo el reconocimiento
internacional como el "banco más verde del mundo por sus iniciativas"
-distinción que concede la revista Bloomberg Markets-, y en 2012 ha sido
la única firma española que aparece en el ranking de marcas verdes de
Interbrand y Deloitte (un estudio centrado únicamente en aspectos de
sostenibilidad).
Según Salvador Torres, director del Área
Corporativa de Inmuebles y Servicios Generales, el objetivo final es
lograr que tanto los proveedores del Grupo Santander como los empleados
reduzcan el consumo lo máximo posible (residuos, agua, energía...).
Así
lo refleja su Plan de Eficiencia Energética (2011-2013) que en sus casi
dos años de vigencia ha registrado una bajada de casi el 4% en el gasto
eléctrico por empleado respecto a 2010; del 11,5% en ahorro de agua (de
21,7 metros cúbicos en 2010 a 19,3% 2011) y un descenso del 8,2 % del
papel utilizado (de 0,2 toneladas a 0,1).
En 2011, el Grupo
Santander tenía 193.349 empleados en nómina, un 8,1 % que en 2010, y de
ellos 6.700 trabajan en la ciudad financiera del Banco Santander, a los
que se suman 1.500 empleados externos.
Esta "mini-ciudad", que
ocupa una superficie de 240 hectáreas en Boadilla del Monte (Madrid),
aunque solo el 30 % está edificado, tuvo un gasto anual de 154.000
metros cúbicos de agua en 2011, la mayor parte procedente de agua
reutilizada de una depuradora.
Por otro lado, Torres ha subrayado
que la mayor parte de la electricidad que se consume procede de energías
renovables (90%), certificado por la CNMV.
Otra de las
iniciativas pioneras, de acuerdo con Torres, es el portal de huella
ambiental -estrenado a finales de 2011- en el que se recogen todos los
consumos y su evolución y desglose por países en los que la entidad
tiene presencia.
Además, cada persona puede cuantificar la huella
ambiental que genera (por ejemplo la cantidad de emisiones de dióxido de
carbono que causa su actividad). Efeverde
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