Un
incendio que hace estragos cerca de Colorado Springs (Colorado, oeste
de Estados Unidos) recrudeció y penetró en la ciudad, provocando la
evacuación de más de 36.000 personas y la destrucción de varios
edificios, indicaron el miércoles las autoridades.
"Hasta (el martes) por la tarde, se trataba de un incendio forestal,
pero desde entonces entró en el noroeste de la ciudad. Nadie esperaba
que esto ocurriera", declaró Steve Bach, alcalde de la localidad, a la
cadena de televisión KDVR-TV.
"Es una tormenta de fuego de proporciones épicas", comentó por su
parte el jefe de Bomberos de Colorado Springs, Richard Brown, citado en
el diario local Denver Post.
El incendio, llamado Waldo Canyon Fire, se desató el sábado y se
mostró de inmediato peligroso. Unas 36.000 personas debieron ser
evacuadas, declaró a la CNN el gobernador de Colorado, John
Hickenlooper.
Las causas del incendio seguían siendo desconocidas. "Tenemos pistas
según las cuales podría ser de origen criminal, pero algunos piensan que
podría deberse a rayos" tras una tormenta eléctrica, señaló.
Hickenlooper sobrevoló el incendio el martes por la noche para evaluar la magnitud del desastre.
"Es un espectáculo lúgubre, la destrucción es enorme", dijo Hickenlooper a la misma cadena de televisión.
Hasta el momento, según el gobernador, no hay ninguna víctima fatal.
El FBI está "trabajando estrechamente con las autoridades locales y
federales para determinar si los incendios son resultado de una
actividad criminal", pero por ahora no comenzó una investigación, dijo a
la AFP Dave Joly, portavoz del FBI en Denver.
Mientras vientos muy fuertes y en sentido contrario soplaban sobre la
región, haciendo totalmente imprevisible el avance del fuego; las filas
de automóviles que escapaban de la ciudad crecían en las autopistas.
"En general el viento sopla en una sola dirección. Jamás vimos un
avance como este", dijo el comandante de las operaciones, Rich Harvey,
durante una rueda de prensa en Colorado Springs.
"El incendio se comporta de manera totalmente imprevisible", agregó,
antes de precisar que los vientos habían alcanzado una veclodad cercana a
los 100 km/h.
Los bomberos del estado combaten también el llamado High Park Fire,
que estaba controlado en un 65% el martes, cerca de Fort Collins (100 km
al noroeste de Denver), que ya destruyó cerca de 35.000 hectáreas de
bosques y se convirtió en el segundo en importancia de la historia de
Colorado.
Altas temperaturas récord, una humedad muy baja y vientos de más de
100 km/h provocaron y atizaron recientemente unos 40 incendios en el
oeste del país.
El presidente Barack Obama anunció en la mañana del miércoles que se desplazará el viernes a Colorado para conocer la situación.
En una conversación telefónica con el gobernador del estado, Obama
precisó que el gobierno federal "continuará brindado los recursos
necesarios para respaldar y asistir a las autoridades locales de
Colorado y de otros numerosos estados del oeste del país afectados por
los incendios".
En la noche del martes al miércoles el incendio más que duplicó su
extensión y ya lleva destruidas más de 6.000 hectáreas de vegetación. El
miércoles, sólo 5% del mismo estaba controlado.
Entre las instalaciones amenazadas por el fuego figura la Escuela de
Formación de la Fuerza Aérea, que debió evacuar dos barracas para
estudiantes la víspera de la llegada de mil nuevos cadetes.
La mitad de los recursos federales de lucha contra los incendios han sido desplegados en Colorado, señaló la Casa Blanca.
En total, más de 8.400 personas, 578 carros de bomberos y 79
helicópteros luchaban actualmente contra las llamas en el oeste de
Estados Unidos.
Un helicóptero de los bomberos sobrevuela la superficie quemada por
el fuego en Colorado Springs (Colorado). "Hasta (el martes) por la
tarde, se trataba de un incendio forestal, pero desde entonces entró en
el noroeste de la ciudad. Nadie esperaba que esto ocurriera", declaró
Steve Bach, alcalde de la localidad, a la cadena de televisión KDVR-TV.
Los servicios forestales tratan de tajar el fuego en las
inmediaciones de Colorado Springs, la segunda ciudad más poblada del
estado. "Es una tormenta de fuego de proporciones épicas", comentó por
su parte el jefe de Bomberos de Colorado Springs, Richard Brown, citado
en el diario local Denver Post.
Imagen panorámica de la zona afectada por el fuego en Colorado
Springs. Los bomberos del estado combaten también el llamado High Park
Fire, que estaba controlado en un 65% el martes, cerca de Fort Collins
(100 km al noroeste de Denver), que ya destruyó cerca de 35.000
hectáreas de bosques y se convirtió en el segundo en importancia de la
historia de Colorado.
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