Así lo ha
destacado este miércoles el presidente de Cantabria, Ignacio Diego,
durante la visita que ha realizado a la planta de 4.000 metros cuadrados
que tiene la empresa en Mercansantader
ECOticias.
La empresa de fabricación de productos cárnicos y comidas
precocinadas Salami es la primera pyme en España y la segunda empresa
tras Coca-Cola en obtener la certificación medioambiental ISO 14.064,
que implica el control del proceso de producción de gases de efecto
invernadero, cuidando el vertido de CO2 a la atmósfera.
Así lo ha destacado este miércoles el presidente de Cantabria,
Ignacio Diego, durante la visita que ha realizado a la planta de 4.000
metros cuadrados que tiene la empresa en Mercansantader, en la que ha
estado acompañado por la consejera de Economía, Hacienda y Empleo,
Cristina Mazas, y el gerente de Salami, Juan Antonio López.
López ha explicado que esta acreditación ha supuesto un
"esfuerzo muy importante a todos los niveles" para Salami, pero ha
afirmado que era "conveniente" dentro de la apuesta por la calidad de
esta empresa familiar que cuenta con una plantilla de 32 personas que se
mantiene pese a la crisis y factura unos 3,6 millones anuales.
Además de la calidad de los productos, Salami cuida de los
recursos. Así, ha sustituido el sistema de enfriado, antes por reboso,
con lo que ahorra un 70 por ciento de agua; y el nuevo horno de ahumado,
"lo más puntero tecnológicamente", permite que sólo pase al producto el
aroma de la madera y enfría el humo, con lo que no se vierte al medio
ambiente.
Diego ha expresado su "orgullo" de conocer una empresa cántabra
"que alcanza niveles de calidad de primer orden", y que además ha sabido
utilizar una "diferenciación inteligente", estrategia que intentan
seguir "hasta las comunidades autónomas", con el fin de "marcar la
diferencia" con el resto de competidores, no sólo en cuanto a la calidad
de los productos "que es extraordinaria", sino también por el "cuidado"
en todo el proceso, tanto en la trazabilidad como en el medio ambiente.
Al respecto, ha destacado que se trata de un "elemento
diferenciador que enriquece mucho" y demuestra que Salami es "una
empresa puntera, con vocación de ir por delante y ofrecer un poco más a
sus clientes".
En este sentido, ha considerado que la marca cántabra es "un buen
ejemplo de cómo hacer frente a una situación difícil", la cual incluso
puede llegar a ser "una oportunidad para abrir nuevos caminos" y buscar
"oportunidades" de las que salir "fortalecido".
Salami S.A. es una empresa familiar fundada en 1978 por el padre
del actual gerente en unas instalaciones del Primero de Mayo de
Santander, aunque previamente, desde 1958, existió ya como una pequeña
carnicería en la calle Vargas, donde se elaboraban y vendían embutidos y
carne de primera calidad. Tras la muerte del fundador en 2008, sus
hijos asumieron las riendas del negocio.
Desde 1994 se ubica en Mercasantander, en un recinto de
aproximadamente 5.000 metros cuadrados, y en la actualidad cuenta con 32
empleados cualificados.
Al margen de la calificación de 'Huella de carbono', es también la
primera pyme del sector alimentario cántabro que obtiene la
certificación medioambiental ISO 14001, un reconocimiento a su apuesta
constante por la calidad y por la adaptación a las últimas tendencias
del mercado.
La empresa factura actualmente cerca de 3,6 millones de euros.
Reparte sus productos por gran parte del territorio nacional y dispone
de acreditación europea para exportar.
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