Cinco toneladas de marfil, procedente de confiscaciones de la caza furtiva de elefantes, han ardido hoy en Gabón, con presencia del presidente del país, Ali Bongo, con el objetivo de denunciar los alarmantes niveles a los que ha llegado esta práctica ilegal.
"La caza de elefantes para alimentar el comercio ilegal de
marfil en los últimos años ha llegado a niveles alarmantes que amenazan
la supervivencia de esta especie icónica de los bosques de la Cuenca del
río Congo", afirmó el Gobierno de Gabón a través de un comunicado
remitido a la prensa.
"Este es un acto simbólico con el que
queremos enfatizar el compromiso del Gobierno en su lucha contra el
tráfico de marfil y es una llamada urgente a la comunidad internacional a
apoyar Gabón", destaca la nota.
"Grupos organizados de hombres
armados y motivados sólo por los beneficios económicos vagan por los
bosques de la región para sacrificar a cientos de animales", denuncia el
texto, que señala que esta caza furtiva también pone en peligro las
vidas de los guardas forestales que tratan de conservar la zona.
El elefante, especie protegida en Gabón
En
Gabón, donde el elefante es una especie protegida, residen unos 30.000
elefantes, el mayor grupo de África Central, según cifras de la Agencia
Nacional de Parques Nacionales (ANPN).
En esta nación de la Cuenca
del Congo, segundo pulmón verde del planeta después de la Amazonía, el
85 por ciento del territorio (267.667 kilómetros cuadrados) está
cubierto por junglas casi vírgenes, donde se pueden encontrar hasta
1.000 especies de árboles. EFEverde
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