El río Orinoco
fluye desde los Andes en Colombia hasta el Atlántico en Venezuela. El
área de la cuenca incluye paisajes de los Andes, los Llanos y el Escudo
Guayanés en Venezuela.
ECOticias.
Recientemente el portal “Science
Daily” publicó un informe que alerta sobre el riesgo de perdida de
ecosistemas en la cuenca del río Orinoco, en Colombia.
El río Orinoco fluye desde los Andes en Colombia hasta el Atlántico
en Venezuela. El área de la cuenca incluye paisajes de los Andes, los
Llanos y el Escudo Guayanés en Venezuela.
Los ríos tributarios del Orinoco forman una cuenca considerada como
la tercera red fluvial más importante del planeta, y una de las zonas
con mayor diversidad biológica del mundo.
Colombia ha demostrado un fuerte compromiso con el logro de la meta
de la Convención sobre Diversidad Biológica 2010, mediante la promoción
de la conservación de al menos el 10% de sus ecosistemas naturales.
Las categorías de las áreas protegidas en Colombia se encuentran en
un proceso de normalización que debe mejorar la capacidad del país para
proteger sus ecosistemas. Se ha examinado cómo la legislación y las
iniciativas de la sociedad civil contribuyen a la conservación de los
ecosistemas naturales en la cuenca del Orinoco colombiano.
Recientemente el Ministerio de Medio Ambiente aprobó un decreto para
estandarizar las categorías de áreas protegidas y organizar el Sistema
Nacional de Áreas Protegidas. Más de 100 áreas protegidas y más de 100
reservas indígenas se han establecido en la cuenca del Orinoco en
Colombia durante los últimos seis decenios.
Sin embargo, las únicas áreas estrictamente protegidas en Colombia
son las del Sistema Nacional de Áreas Naturales, que protegen sólo el
10% de la superficie de los ecosistemas naturales y menos del 50% de los
de la cuenca.
Las Reservas Indígenas ayudan de manera significativa a la
conservación de los ecosistemas naturales de la cuenca, pero no son una
categoría de área protegida, por lo que es difícil para los grupos
indígenas ayudar en la conservación natural en Colombia.
Algunas zonas de los Llanos, han perdido hasta 1/4 de su cubierta
vegetal leñosa en la última década. Las sabanas naturales han sido
destruidas a un ritmo anual de más de 1.000 km ² y se convierten en
pastizales y plantaciones de palma aceitera.
Muchas áreas tienen problemas de gestión gubernamental, tales como la
falta de control sobre el crecimiento de la población dentro de los
parques y el uso no sostenible de los recursos.
Focos de incendios ocurren con más frecuencia en las sabanas
naturales dentro de las reservas indígenas debido a prácticas
ancestrales de cultivo.
Aunque en las fincas privadas dedicadas a la cría de ganado la
vegetación nativa tiende a quemarse con menos frecuencia que en otras
zonas de la región, su incidencia en la deforestación también es
notable.
La mayor parte de las tierras administradas por los pueblos indígenas
están todavía en un estado ecológico muy bueno, basado en el
porcentaje de los ecosistemas naturales que poseen, especialmente en
comparación con el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
Transformar las Reservas Indígenas en Áreas Protegidas sería de gran
ayuda para la conservación de la cuenca del Orinoco en Colombia, pero
este es un debate nacional importante, con mucha controversia en torno a
el tema.
Aunque Las Áreas Protegidas casi se han duplicado, la protección del
ecosistema no aumenta proporcionalmente, lo cual es un signo de la
falta de capacidad para la planificación y gestión de los gobiernos
regionales y locales que establecieron la mayoría de estas áreas.
Medidas urgentes se deben tomar para garantizar la protección de los
ecosistemas naturales de alto valor de conservación, ya que pueden
estar significativamente en peligro de extinción.
Es posible que más de 22.350 km ² de sabanas naturales se perderán en
los próximos 10 años, y medidas de respuesta inmediata son necesarias
ahora para evitar perder estos puntos calientes de biodiversidad para
siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario