La Profepa (Procuraduría Federal del Media Ambiente)
indicó que este fenómeno normalmente ocurre a mediados de julio y en
esta ocasión se dio el fin de semana pasado, cuando llegaron las
primeras tortugas golfinas a la playa La Escobilla, en Santa María Tonameca, Oaxaca.
En un comunicado, la Profepa indicó que se trata de una playa vigilada por su personal, apoyados por el Centro Mexicano de la Tortuga y por la Secretaría de Marina-Armada de México.
Las playas de Morro Ayuta, La Escobilla y Barra de la Cruz en Oaxaca,
son los tres campamentos tortugueros más grandes del país, donde se
brinda protección a los huevos de esas especies de los depredadores
humanos y animales.
Otros espacios a donde llega ese tipo de tortugas, así como de la
especie laúd a depositar sus huevos, se ubican en playas y litorales de
Guerrero y Michoacán, donde personal de la Profepa protege los sitios de
anidación.
Refirió que existe vigilancia a nivel nacional, a fin de proteger a
los quelonios, catalogados en la NOM-059-SEMARNAT-2010 como especies en
peligro de extinción, a fin de evitar la comercialización de ejemplares,
así como de sus huevos y derivados.
A su vez, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas informó
que fueron liberadas 87 crías de tortuga lora provenientes de nidos
naturales en el Área de Protección de Flora y Fauna Laguna Madre y Delta
del Río Bravo.
Refirió que estos ejemplares nacieron en el Campamento Tortuguero
Rancho Nuevo en la Playa Miramar, municipio de Madero, donde se respetó
el lugar que las tortugas eligieron para desovar, pero se estableció
vigilancia a los nidos durante la gestación.
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