sábado, 28 de septiembre de 2013

Ecologistas argentinos piden apoyo al papa en la lucha contra una papelera uruguaya

Vista general de la planta de celulosa UPM (antes llamada Botnia) en la costa de la localidad uruguaya de Fray Bentos. EFE/ArchivoEcologistas argentinos confirmaron hoy que han escrito una carta al papa Francisco para que interceda por ellos en la lucha contra la papelera finlandesa UPM (antes llamada Botnia) y se declararon en "asamblea permanente" por la autorización del Gobierno uruguayo a que aumente su producción.
"Nos sentimos indefensos ante tanto poder, solicitamos su intervención", decía la misiva que la Asamblea Ambientalista de Gualeguaychú escribió a Francisco, según informaron fuentes de la organización a medios locales.
"Humildemente rogamos su oración, su gesto, su ayuda, intercediendo ante los poderosos del mundo, para poder seguir sintiéndonos fieles custodios de la creación de nuestro Señor", señalaba la carta, que fue enviada al pontífice a través del obispo de esta ciudad argentina, Jorge Lozano.
La ONG ecologista se declaró "en asamblea permanente" por "la declaración del presidente de la República Oriental del Uruguay reconociendo que Botnia-UPM contamina, más la ampliación de producción de la planta", informó en un comunicado.
La Asamblea tomó la decisión un día después de que el presidente uruguayo, José Mujica, señalase en declaraciones a Bloomberg que iba a autorizar una subida en la producción a cambio de la exigencia de mejoras medioambientales de la compañía.
Los ecologistas convocaron también a una concentración para mañana en la que se decidirán los pasos a seguir si finalmente se confirma que la papelera pasará de fabricar 1,1 millones de toneladas de pasta celulosa a 1,3 millones.
La instalación de la papelera en 1997 en la localidad uruguaya de Fray Bentos, fronteriza con la argentina Gualeguaychú, derivó en el mayor conflicto diplomático en décadas entre Uruguay y Argentina.
La Asamblea mantuvo cortado durante tres años el puente internacional que unía a ambas localidades y el litigio derivó en un juicio frente a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que en 2010 dictaminó que no había pruebas que demostrasen la contaminación denunciada por Argentina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario