Las ONG han
enviado a la Consejera Silvia Clemente un amplio informe técnico en el
que demuestran que el uso del fuego no se recomienda en ningún país
para luchar contra el topillo
ECOticias.
Las organizaciones no gubernamentales Acenva, Ascel, ANP,
Ecologistas en Acción, SEO/Birdlife, Secem y WWF España se han dirigido
por carta a la consejera de Agricultura y Ganadería de Castilla y
León, Silvia Clemente, para pedirle que no se autoricen quemas contra
los topillos en los ecosistemas agrícolas de la región, al considerar
que son "inútiles" y "dañinas", y tampoco los envenenamientos.
Las ONG han enviado a la Consejera Silvia Clemente un amplio
informe técnico en el que demuestran que el uso del fuego no se
recomienda en ningún país para luchar contra el topillo, entre otras
razones porque se trata de una especie que vive en galerías subterráneas
y no se ve afectada por las quemas, han informado las organizaciones
en un comunicado recogido por Europa Press.
En este escrito, proponen diversas técnicas que integran el manejo
del hábitat y la lucha biológica, favoreciendo la depredación y
recuerdan que estas técnicas ya han sido probadas en distintos países
con muy buenos resultados para el control de los roedores.
Según recuerdan las ONG, la propia viceconsejera de Desarrollo
Rural, María Jesús Pascual, ha manifestado recientemente que no se
puede hablar de plaga de topillos en Castilla y León. Pese a ello,
anunció que se autorizarán quemas generalizadas cuando se haya reducido
el riesgo de incendio, en octubre.
Para las organizaciones ecologistas, esta medida resulta
"completamente incongruente", pues con la llegada del invierno las
poblaciones de topillos bajarán por sí mismas en las escasas zonas donde
puedan superar los límites considerados como normales.
PELIGRO DE "DESASTRE AMBIENTAL"
Las ONG han recordado que "con la autorización de las quemas
podría repetirse el desastre ambiental ocurrido el año pasado". Las
organizaciones han cuantificado que en 2012, tan solo en Tierra de
Campos, ardieron unos 20.000 kilómetros lineales de caminos, cunetas y
linderas, lo que equivale a una superficie de unas 8.000 hectáreas de
los principales reservorios de biodiversidad de la comarca.
Según estos colectivos, las quemas afectaron a ríos y arroyos,
incluyendo por ejemplo más de 60 kilómetros lineales en los sotos del
Canal de Castilla, terrenos declarados por la propia Junta de Castilla y
León como ZEPA y LIC, protegidos como parte de la Red Natura 2000 de
la Unión Europea.
Las quemas, junto con el uso indiscriminado de venenos
rodenticidas, "suponen un claro incumplimiento de la condicionalidad de
la PAC, con lo que se ponen en peligro importantes ayudas agrarias".
Representantes de algunas organizaciones agrarias han afirmado
que, pese a no haber plaga, las quemas irían destinadas a eliminar malas
hierbas u otros problemas de los cultivos, han asegurado las ONG, que
han advertido de que "utilizarán los recursos legales disponibles para
oponerse a estas medidas, de nula eficacia contra el topillo y alto
impacto ambiental, que además atentan contra la normativa europea".
Por último, los ecologistas han solicitado a la consejera de
Agricultura y Ganadería que se les facilite la información científica o
técnica que avale las quemas, así como la celebración de una reunión
informativa donde se pueda dar respuesta a las dudas planteadas.
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