La berrea, el inicio de la época de apareamiento de los
ciervos, determina uno de los momentos más espectaculares para
descubrir la riqueza natural de Castilla-La Mancha.
Las primeras lluvias otoñales y el descenso de las temperaturas tras
el largo periodo estival despiertan cada año el instinto reproductor de
los ciervos que comienzan una larga etapa reproductora durante la cual
inundan de sonidos miles de hectáreas del monte mediterráneo.
Los grandes berridos que emiten los ciervos, al sentirse excitados
instintivamente por las ciervas, convierten este momento natural en una
"preciosa sinfonía salvaje" que parece componer "una cuidada pieza
musical".
Así ha explicado a Efe sus sensaciones al escuchar y ver por primera
vez la berrea Luis Fernández, uno de los miles de visitantes que han
acudido a disfrutar de la berrea al Parque Nacional de Cabañeros,
situado en las provincias de Ciudad Real y Toledo.
Este madrileño ha asegurado que desde hace muchos años había oído
hablar innumerables veces de la berrea y que, incluso, había visto
reportajes en televisión. Sin embargo, "nada de esto es comparable con
poder vivirlo en el campo, donde el sonido es mucho más espectacular y
turbador", ha apuntado.
El Parque Nacional de Cabañeros es uno de los mejores lugares de
España para disfrutar de la berrea, que se prolonga desde los primeros
días de octubre hasta bien entrado el invierno.
Es durante este tiempo cuando los grandes ejemplares de ciervo
abandonan las zonas más cubiertas de monte en las sierras para
desplazarse hasta las rañas, donde forman sus harenes de hembras con las
que inicia el apareamiento.
Este comportamiento permite disfrutar de sus avistamientos, algo que
en otras épocas del año suele entrañar mayor dificultad, ante el
comportamiento esquivo de estos grandes ungulados.
Durante semanas los ciervos permanecerán apareándose para asegurar
así la transferencia de genes y para ello, emplean sus bramidos, que
actúan como mecanismo para mantener su sistema de excitación
permanentemente activo.
Esta circunstancia da la posibilidad a los amantes de la naturaleza
de poder oír y disfrutar de los imponentes machos dominantes, que están
dispuestos en cada momento a defender sus harenes de la intromisión de
cualquier enemigo.
Antonio Serrano, director del Parque Nacional de Cabañeros, ha
comentado a Efe que este espacio protegido abre sus puertas cada año a
miles de personas que acuden atraídos por la berrea.
Para atender esta demanda, el Parque cuenta con una amplia oferta de
actividades, como la posibilidad de realizar rutas en vehículo
todoterreno o a pie.
Serrano ha dicho que este año la berrea está siendo especialmente
bonita, porque en el Parque se pueden observar ejemplares de ciervo con
unas características morfológicas admirables y espectaculares.
Las buenas condiciones climatológicas que se dieron en primavera,
debido a la abundancia de pasto, han repercutido muy positivamente en
las poblaciones de ungulados.
El director de Cabañeros ha indicado que además de escuchar y
observar la berrea, los visitantes pueden disfrutar del entorno natural
que les ofrece un bosque mediterráneo que siempre esconde "gratas
sorpresas".
El ciervo es un mamífero ungulado de gran tamaño que puede superar
los 150 kilos de peso, en el caso de los machos, y que en la actualidad
se ha convertido en una de las especies cinegéticas más cotizadas y
apreciadas.
En España hay descritas dos subespecies de ciervos, el Cervus elaphus
bolivari, presente en toda la geografía peninsular, y el Cervus elaphus
hispanicus que se encuentra, principalmente, en la desembocadura del
Guadalquivir y el Parque Nacional de Doñana.
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