Sólo la
disciplina de voto del Partido Popular podría llevar a que los Diputados
murcianos y extremeños emitieran voto favorable a unas normas que sus
respectivos Gobiernos autonómicos
ECOticias.
Anpier, la asociación española de productores de energía
fotovoltaica, advierte que el Grupo Parlamentario Popular podría no
alcanzar la mayoría suficiente en el Congreso de los Diputados para
avanzar en el desarrollo de la perniciosa reforma del sector eléctrico
español, una vez conocidos los Recursos de Inconstitucionalidad
presentados por la Región de Murcia y la Junta de Extremadura frente al
Real Decreto Ley que ampara esta reforma. Recursos de
Inconstitucionalidad que se suman al presentado por el Gobierno de
Navarra y, muy previsiblemente, a los que presentarán varias Comunidades
Autónomas más en los próximos días.
Sólo la disciplina de voto del Partido Popular podría llevar a que
los Diputados murcianos y extremeños emitieran voto favorable a unas
normas que sus respectivos Gobiernos autonómicos, del propio partido
popular, tienen recurridas en el Tribunal Constitucional, por
considerarlas gravemente lesivas para los intereses de los ciudadanos de
ambos territorios. Ciudadanos que, con sus votos, sentaron en ambas
cámaras a estos parlamentarios, los cuales, paradójicamente, ya
no sólo votarían en contra del resto del arco parlamentario; sino
también en contra de sus propios electores y, por lo tanto, en contra
del interés general de aquellos que les sentaron en dicha cámara de
representación popular.
Con la abstención de los diputados populares de Murcia o Extremadura,
que incluso deberían votar en contra por coherencia democrática, los
Reales Decretos que desarrollan la reforma del sector eléctrico no
serían aprobados en la Cámara baja y, por consiguiente, serían
rechazados. Con la abstención de los 10 diputados extremeños (6 por
Badajoz y 4 por Cáceres) y los 10 diputados murcianos, el Ministro Soria sólo contaría con 165 votos a favor, a 11 votos de la mayoría necesaria en la Cámara para que prospere su reforma.
Anpier recuerda que el artículo 67 de la Constitución establece que "los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo" y el 79 dice que "el voto de senadores y diputados es personal e indelegable".
El Partido Popular tiene establecido un régimen interno que sanciona
con 300 € a los diputados que no cumplen con la disciplina de voto, una
cantidad que no debe suponer una barrera frente a la coherencia y el
respeto del diputado electo frente a sus electores, ya que esta
“indelegabilidad” a la que se refiere la Carta Magna, está por encima de
cualquier disciplina de partido; puesto que lo contrario sería una
delegación efectiva frente a intereses partidistas, que en este caso no
son compartidos ni siquiera por la totalidad del Partido en el
Gobierno.
Miguel Ángel Martinez-Aroca, Presidente de Anpier, se pregunta:
“¿Quiénes tratan de imponer esta reforma que es rechazada por todas las
fuerzas parlamentarias, que no la aprueba la Unión Europea, que ha sido
criticada por la Comisión Nacional de la Energía, por la Comisión
Nacional de la Competencia, por las asociaciones de consumidores y por
los ciudadanos? Una reforma tan esencial para el futuro de España debería avanzar por consenso,
debería de ser una política de Estado; sin embargo, se enfrentará a
media docena de Recursos de inconstitucionalidad interpuestos incluso
por comunidades del propio partido que pretende imponerla, de manera
inmediata, a todo y a todos, utilizando incluso argumentos falaces con
los que trata de intoxicar a la opinión pública”.
Anpier podrá en marcha, desde la primera semana de octubre, una campaña de comunicación en toda España, pero con especial énfasis en Murcia y en Extremadura, con el eslogan: “CON MI VOTO NO VOTES CONTRA MI”. Anpier
pedirá a los electores del partido popular, de manera más directa a
murcianos y extremeños, que tengan muy en cuentan, de cara a los
próximos comicios, que los parlamentarios que eligieron en la elecciones
generales de 2011, ahora pretenden asfixiarles en favor de directrices
ajenas al interés general y cuestionando la calidad democrática de
nuestras instituciones, viciadas por las poco trasparentes disciplinas
de partido.
La nueva reforma del sector eléctrico, ya no solo arruina a
55.000 familias españolas, que atendiendo a un Boletín Oficial del
Estado invirtieron todos sus ahorros en instalaciones fotovoltaicas,
y a las que se les ofrece una supuesta rentabilidad razonable, que como
indicia la propia Comisión Nacional de la Energía tendría como
resultado números en negativo para las instalaciones; sino que cercena
el desarrollo de la tecnología fotovoltaica, que es la que países como
EE.UU o Alemania han colocado como piedra angular de su nuevo modelo
energético.
Anpier advierte que una reforma de este calado sólo tiene
futuro si se aborda y aprueba con el consenso de todas las fuerzas
políticas del Estado y por todos sus territorios, y recuerda
que un futuro próspero, justo y sostenible nunca será alcanzable sin el
desarrollo y la implantación definitiva de las energías renovables. Un
nuevo marco regulatorio impuesto, errático y retroactivo va en contra del interés general y malogra una gran oportunidad para España,
que tiene en el sol una inagotable fuente de energía limpia y barata
para el abastecimiento de nuestros hogares, comercios y empresas; una
industria en la que hemos llegado a ser un referente a nivel
internacional; y un incentivo para la implantación de nuevas fábricas,
que podrían beneficiarse de un suministro energético a muy bajo coste y
libre de emisiones de CO2, lo que incentivaría la creación de un tejido industrial generador de empleo y riqueza.
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