Por ello, ha
instado a los gobiernos a aplicar políticas y programas dirigidos tanto a
explotar el potencial de los bosques como a asegurar que sean
gestionados de manera sostenible.
ECOticias.
Un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha analizado cómo la silvicultura
puede ayudar a cumplir los objetivos de desarrollo sostenible y ha
afirmado que los bosques del mundo "juegan un papel importante en la
transición hacia una nueva economía más verde", un tema que se debatirá
en la Conferencia de Río +20, que se celebra entre el 20 y el 22 de
junio en Brasil.
Por ello, ha instado a los gobiernos a aplicar políticas y
programas dirigidos tanto a explotar el potencial de los bosques como a
asegurar que sean gestionados de manera sostenible. En este sentido,
defiende que una mejor y más sostenible utilización de los recursos
forestales "puede contribuir significativamente a superar muchos de los
grandes retos que se debaten en Río de Janeiro, incluyendo reducir la
pobreza y el hambre o minimizar los impactos del cambio climático, entre
otros".
El director general adjunto de la FAO, Eduardo Rojas-Briales, ha
señalado que "los bosques y los árboles en las explotaciones agrícolas
son una fuente directa de alimentos, energía e ingresos en efectivo para
más de las mil millones de personas entre las más pobres del mundo". Al
mismo tiempo, ha recordado que "los bosques capturan el carbono y
mitigan el cambio climático, mantienen el agua y la salud del suelo, y
previenen la desertificación".
"Brasil tiene ejemplos exitosos de gestión de plantaciones
forestales, y sus buenas prácticas pueden difundirse a otros países en
desarrollo para fomentar la economía verde y fortalecer las sinergias
entre el desarrollo sostenible y la mitigación del cambio climático", ha
apostillado.
INVERTIR EN EMPRESAS MADERERAS CON BUENAS PRÁCTICAS
Así, la FAO apuesta por inversiones en empresas madereras con
explotaciones bien gestionadas, ya que "pueden crear empleos y ayudar a
revitalizar las vidas de millones de personas en zonas rurales". En
concreto, afirma que "unos 350 millones de las personas más pobres del
mundo, incluyendo 60 millones de indígenas, dependen de los bosques para
su subsistencia diaria y la supervivencia a largo plazo".
"La promoción de una industria forestal sostenible supone una
forma de mejorar las economías rurales y cumplir al mismo tiempo con los
objetivos de sostenibilidad", según concluye el informe, que también
sostiene que "la silvicultura sostenible ofrece una fuente de energía
renovable y alternativa".
Así, añade que la obtención de energía a partir de madera puede
ofrecer "una solución climáticamente neutra y socialmente equitativa,
siempre y cuando se combine con la reforestación y con programas
sostenibles de ordenación forestal, y mientras que la madera se queme
utilizando tecnologías apropiadas.
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