“Los
gobiernos, las agencias internacionales como el Banco Mundial y las ONG
están presionando por nuevas políticas de desarrollo bajo en carbono en
países como Guyana. La información inicial sobre estas iniciativas no
concuerda con nuestra experiencia.
ECOticias.
Mientras los representantes de los gobiernos comienzan las
negociaciones oficiales en Brasil para llegar a acuerdos en las
políticas de la llamada “economía verde” y para evaluar el progreso
alcanzado en el cumplimiento de los compromisos sobre el medio ambiente y
desarrollo adquiridos hace veinte años en la Cumbre de la Tierra de
Río, los pueblos indígenas de todo el mundo se han unido en la cumbre
mundial de Río más 20 para presentar sus propias soluciones para el
desarrollo sostenible. Además, dichos pueblos quieren señalar los serios
riesgos asociados con las propuestas “verdes” de los gobiernos. Jean La
Rose de la Asociación de Pueblos Amerindios (APA) de Guyana dijo:
“Los gobiernos, las agencias internacionales como el Banco
Mundial y las ONG están presionando por nuevas políticas de desarrollo
bajo en carbono en países como Guyana. La información inicial sobre
estas iniciativas no concuerda con nuestra experiencia. Hasta la fecha,
nuestras comunidades no han sido consultadas apropiadamente, y no
existen salvaguardias seguras para nuestros derechos territoriales y a
la tierra ni para el consentimiento libre, previo e informado. Al mismo
tiempo, se están desarrollando planes para mega represas, carreteras,
operaciones forestales y minería en nuestros bosques, en nombre del
‘crecimiento verde’. Esto podría generar múltiples impactos
perjudiciales en nuestros pueblos”.
Los líderes indígenas están también presentes en las negociaciones
para resaltar las contribuciones históricas y actuales de las culturas,
el conocimiento tradicional y las prácticas de los pueblos indígenas en
el sostenimiento de los ecosistemas más frágiles del mundo. Además,
están planteando sus preocupaciones de que a pesar de la protección
existente bajo tratados y acuerdos internacionales, las prácticas y los
medios de vida tradicionales en muchos países siguen siendo amenazados
por políticas ambientales obsoletas, así como por nuevas iniciativas de
REDD+, de pagos por servicios ambientales (PSA) y de áreas protegidas.
Estas iniciativas buscan restringir o criminalizar el uso
consuetudinario de sus tierras y recursos naturales. Peter Kitelo del
pueblo Ogiek en el occidente de Kenia dijo:
“Las políticas del gobierno a nivel nacional e internacional no
reconocen la necesidad de reformas legales y de tenencia de la tierra,
desesperadamente necesarias para que se reconozcan los derechos de los
pueblos indígenas. Actualmente en Kenia hay muchos diálogos entre las
agencias del gobierno acerca del desarrollo sostenible y el manejo
comunitario de los bosques, pero el gobierno quiere vender concesiones
para la creación de plantaciones y el desarrollo de proyectos de REDD+
en nuestras tierras, sin obtener nuestro consentimiento libre, previo e
informado…”
Los líderes expresan además su seria preocupación por las amenazas
cada vez mayores a sus tierras y medios de vida provenientes de los
acaparadores de tierras y de la creciente demanda mundial de comida,
fibras, combustibles, minerales, hidrocarburos y de otros recursos.
Robert Guimaraes Vásquez del pueblo Shipibo de la Amazonía peruana dijo:
“Mientras los gobiernos se reúnen en Río para hablar acerca del
desarrollo sostenible, en mi país, Perú, aumenta diariamente la presión
ejercida por políticas del gobierno nacional que buscan abrir nuestros
territorios forestales remotos a compañías transnacionales a través de
mega proyectos de infraestructura de carreteras, planteando graves
amenazas a los pueblos indígenas y en particular a los grupos autónomos
en aislamiento voluntario. ¿Cómo puede ser esto sostenible? Todos
sabemos que no es así. Sin embargo, los gobiernos le dan vueltas a esta
forma destructiva de desarrollo y la llaman reducción de la pobreza e
inversión para el desarrollo nacional…”
Las organizaciones de los pueblos indígenas y los activistas hacen un
llamado a los gobiernos para que implementen plenamente sus compromisos
de defender los derechos humanos, incluyendo los derechos a las tierras
y los recursos, como un principio básico para lograr un desarrollo
social sostenible justo y ecológico. También hacen un llamado a los
estados para que reconozcan plenamente la importancia de la diversidad
cultural y de las economías locales en el mantenimiento de la integridad
de los ecosistemas y de los medios de vida sostenibles. Onel Masardule
del pueblo Kuna y de la Fundación para la Promoción del Conocimiento
Tradicional de Panamá, dijo:
“La mayoría de los países ya han firmado acuerdos de derechos
humanos y tratados ambientales, y han apoyado la Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Nos
encontramos aquí en Río, una vez más, para exigir que los estados
cumplan con sus obligaciones y compromisos en todas las acciones,
finanzas y políticas de desarrollo, y que establezcan los arreglos
apropiados a nivel nacional, para que se implementen estos acuerdos.
Nuestros derechos deben ser asegurados de manera tal que se mantengan
nuestras tierras y territorios para el beneficio de nuestras futuras
generaciones y de toda la humanidad.”
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